El presidente Emmanuel Macron. | Reuters - Yves Herman

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El Estado Islámico del Jorasán, que ha reivindicado la autoría de la masacre de Moscú, con al menos 137 muertos, ha estado «estos últimos meses» detrás de «varias tentativas» de atentados en suelo francés, afirmó este lunes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, desde la Guayana francesa. Macron agregó que teniendo en cuenta las «ramificaciones» e «intenciones» del Estado Islámico de Jorasán se ha establecido la alerta máxima en Francia «como medida de precaución».

En una declaración al inicio de una visita a ese territorio de ultramar en Sudamérica, el presidente francés indicó que la decisión, tomada el domingo, se basa en «elementos creíbles y sólidos».

Tras indicar que los servicios secretos de Francia y los de sus principales socios internacionales coinciden en atribuir la autoría del atentado del viernes en la capital rusa a esa entidad del Estado Islámico que tiene sus bases en Asia Central, Macron instó a Rusia a cuidarse de «cualquier instrumentalización o deformación y ser exigente y eficaz».

«Sería a la vez cínico y contraproductivo para Rusia y para la seguridad de sus ciudadanos utilizar este contexto» contra Ucrania, subrayó. Preguntado sobre si se plantea hablar con el presidente ruso Vladímir Putin, puntualizó que «en un primer momento, se han establecido contactos a todos los niveles, técnicos y ministeriales, para poder proponer nuestra cooperación (antiterrorista). Teniendo en cuenta las informaciones que tienen nuestros servicios secretos y los elementos que pueden ser útiles para los rusos, se hará a ese nivel».

El nivel máximo de alerta terrorista significa, en primer lugar, un mayor número de patrullas de fuerzas del orden y de los militares de la misión Sentinelle en lugares particularmente sensibles como estaciones, centros comerciales o espacios con un gran flujo de circulación de personas. Desde enero de 2015, se han perpetrado 24 ataques terroristas en Francia y se han desbaratado cerca de medio centenar. Desde hace cinco años, 1.500 personas han sido detenidas en relación con acciones terroristas o con preparativos y hay 6.500 personas vigiladas por los servicios secretos.