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Al memos seis personas han muerto este martes, entre ellos el 'número dos' del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Salé al Aruri, tras un ataque con dron sobre una de las oficinas de la milicia palestina en Beirut, la capital de Líbano. Entre los fallecidos también se encuentran Samir Findi y Azzam al Aqra, otros dos altos cargos de la milicia palestina.

El ataque, que ha dejado también varios heridos, ha tenido lugar en una de las oficinas que Hamás dispone en Mushrifiyá, situado en los suburbios del sur de la capital libanesa, según ha informado la agencia de noticias libanesa NNA. En un primer momento, el partido-milicia chií libanés Hezbolá había confirmado a medios locales que Al Arouri está entre los muertos. Posteriormente, ha sido la propia organización palestina la cual a través de un comunicado ha condenado el «cobarde asesinato» de Israel, que por el momento no se ha pronunciado. «Los cobardes asesinatos llevados a cabo por la ocupación sionista contra los líderes y símbolos de nuestro pueblo dentro y fuera de Palestina no lograrán quebrar la voluntad y la firmeza de nuestra gente ni socavar la continuación de su valiente resistencia», ha declarado Izzat al Rishq, un alto cargo de Hamás. Al Rishq ha declarado que dicho ataque es una muestra más del «abyecto fracaso del enemigo a la hora de lograr cualquiera de sus agresivos ataques en la Franja de Gaza». Además de ser 'número dos' del brazo político de Hamás, Al Arouri era también uno de los comandantes de la rama militar, las Brigadas Al Qassam.

Israel no se pronuncia al resepecto

A pesar de que Hamás y varios países de la región, como Irán o el propio Líbano, han acusado directamente a Israel de este ataque, las autoridades israelíes por el momento guardan silencio y no se han manifestado oficialmente al respecto. De hecho, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, ha rechazado comentar lo ocurrido en Beirut y ha incidido en que el Ejército israelí está en un «nivel muy alto de preparación» en todos los ámbitos de la defensa. «Lo más importante que podemos decir esta noche es que estamos centrados y seguiremos centrados en luchar contra Hamás», ha manifestado un Hagari que insiste en que Israel está «muy preparada para cualquier escenario».

Por otro lado, Mark Regev, portavoz de medios extranjeros del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tampoco ha señalado que Israel esté detrás de este ataque, aunque sí que ha señalado que en ningún caso supone una afrenta ni a Líbano ni al partido-milicia chií Hezbolá. «Obviamente, en Líbano hay muchos objetivos de Hezbolá, pero quienquiera que haya utilizado este ataque fue muy quirúrgico y apuntó a un objetivo de Hamás porque Israel está en guerra. Quien haya hecho esto tiene algún tipo de queja de Hamás», ha dicho Regev en declaraciones a la cadena estadounidense MSNBC. «Quienquiera que haya hecho esto, no es un ataque al Estado libanés. No es un ataque a la organización terrorista Hezbolá. Quienquiera que haya hecho esto, es un ataque a Hamás, eso está muy claro», ha manifestado.

Previamente, Danny Danon, un parlamentario del Likud, el partido de Netanyahu, había lanzado una publicación en sus redes sociales en las que elogiaba a las tropas israelíes por el ataque en Líbano; mientras que el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también había enviado un mensaje que decía: «Deja que todos tus enemigos perezcan». Fuentes de la cadena de noticias israelí Canal 12 apuntan que el secretario del gabinete de Netanyahu, Yossi Fuchs, ha enviado más tarde un mensaje a todos los ministros en el que les insta a no manifestarse públicamente al respecto de lo ocurrido en Líbano. En Líbano desde 2018, Al Arouri ha estado detenido en cárceles israelíes durante doce años antes de que fuera liberado en 2010. Se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés. Ha sido uno de los principales intermediarios en la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre. Hace ahora un mes, en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira, afirmó que el resto de prisioneros eran soldados o antiguos soldados y que no serían liberados hasta que Israel pusiera fin a los ataques sobre la Franja de Gaza.