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El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado a su Flota del Pacífico que inicie operaciones para mostrar su nivel de preparación ante un posible ataque nuclear de represalia en Occidente.

Tal y como recoge este sábado el Daily Mirror, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, ha anunciado la puesta en marcha de estos inesperados simulacros en lo que se interpreta como una demostración de fuerza aparentemente deliberada hacia Occidente.

La potencia de fuego de la Flota rusa del Pacífico se ha considerado como el arma principal de Moscú en ataques de represalia desde la época soviética.

Se espera que los ejercicios coordinados desde la base naval de Vladivostok impliquen el lanzamiento de misiles y la prueba de la preparación de bombarderos estratégicos con capacidad nuclear, así como de los submarinos de la flota.

El general Valery Gerasimov, el soldado de más alto rango del Kremlin, dijo que las fuerzas navales de Rusia se pondrán en alerta máxima durante los simulacros y se desplegarán en áreas de entrenamiento, donde realizarán ejercicios de combate.

"El objetivo principal de este control es desarrollar la capacidad de las fuerzas armadas para resolver las tareas de repeler la agresión de un enemigo potencial de las áreas oceánicas y marítimas", dijo Shoigu.

"Durante el evento, la Flota del Pacífico tendrá que repeler ataques aéreos y con misiles masivos, realizar ejercicios para buscar y destruir submarinos, realizar disparos de torpedos y artillería y lanzamientos de misiles", agregó.