El ex director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, saliendo de la comisaría en una imagen de archivo. | Efe

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El Tribunal Correccional de Lille absolvió este viernes al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn de proxenetismo agravado, en el proceso organizado contra él y contra otros trece encausados por la organización de orgías con prostitutas.

El presidente del tribunal de esa ciudad del norte de Francia, Bernard Lemaire, explicó en la lectura de la sentencia que Strauss-Kahn (conocido por sus iniciales, DSK) tuvo «un comportamiento de cliente», y que eso no contravenía la ley.

Lemaire también señaló que no había certidumbres sobre el hecho de que el antiguo ministro francés de Finanzas y antiguo número uno del FMI (entre 2007 y su caída con las acusaciones de violación en Nueva York en mayo de 2011) pudiera saber que las mujeres que participaban en las orgías eran prostitutas.

Coincidiendo así con la que fue la principal línea de defensa del político socialista durante el juicio celebrado en febrero, los magistrados estimaron que la vestimenta o las prácticas sexuales de esas prostitutas no eran razón suficiente para justificar que DSK fuera consciente de que eran profesionales del sexo.

Según periodistas de la cadena de televisión «BFM TV» presentes en la audiencia durante la presentación del veredicto, Strauss-Kahn -que había llegado al tribunal sonriente y distendido-, no tuvo ninguna reacción aparente al escuchar un veredicto en línea con lo que esperaba el conjunto de los medios de comunicación franceses.

Durante el proceso en febrero, la fiscalía ya había pedido para él la absolución porque, en contra de las conclusiones de los jueces instructores, estimó que no había elementos para reprocharle su implicación en la constitución de una red de prostitutas a su servicio.

Además, las prostitutas que se habían constituido en acusación particular retiraron las demandas de indemnización a DSK hacia el final del juicio.

En cuanto a las otras trece personas que se sentaron junto a él en el banquillo de los acusados durante tres semanas, sólo uno fue condenado finalmente: René Kojfer, el que fuera responsable de relaciones públicas del hotel Carlton de Lille, el establecimiento que sirvió de base de operaciones para la red de prostitutas utilizadas en las juergas sexuales.

Kojfer fue sentenciado a un año de cárcel exento de cumplimiento al aparecer como el verdadero pivote de la organización, gracias a su nutrida agenda que le permitió poner en contacto a las mujeres, que cobraban por sus servicios.

En la larga lista de absueltos están, junto a Strauss-Kahn, sus amigos empresarios Fabrice Paszkowski y David Roquet; el director del hotel Carlton, Francis Henrion; o el personaje más pintoresco en el banquillo de los acusados, el proxeneta Dominique Alderweireld, alias «Dodo el Salmuera».

La instrucción de este caso saltó a la luz pública cuando Strauss-Kahn estaba inmerso en otro escándalo sexual, en aquel caso con una empleada del hotel de Nueva York que denunció en mayo de 2011 una violación.

Eso dio al traste con sus ambiciones para presentarse a las elecciones presidenciales francesas de 2012, en las que aparecía como el favorito en ese momento.