El censo de Menorca para el 23J ha aumentado en 3.412 electores respecto a los últimos comicios generales celebrados en noviembre de 2019. | R.L.

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Un total de 74.582 menorquines están llamados a las urnas el próximo domingo para escoger al próximo presidente del Gobierno de España. El censo electoral para el 23-J ha aumentado en 3.412 electores respecto a los últimos comicios generales celebrados en noviembre de 2019, con un aumento del 4,8 por ciento. De ellos, 2.864 electores residen en el extranjero, y constan en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), que se ha incrementado en 360 electores, un 14,4 por ciento más que hace cuatro años.

En Balears el censo electoral asciende a 828.744 personas, un 2,6 por ciento más, de los cuales cerca de 33.000 viven en el extranjero. Destacan también que 68.757 electores de las Islas votarán por primera vez al haber cumplido los 18 años.

En las elecciones del domingo los menorquines deberán escoger a los ocho diputados de Balears más el senador por Menorca. Son dos votaciones diferentes, por lo que se deberán depositar los votos en dos urnas: una para el Congreso y otra para el Senado. En el Congreso, cuya votación se circunscribe en Balears, se presentan ocho candidaturas (PP, PSOE, Sumar Més, Vox, Frente Obrero, Pacma, Recortes Cero y PCTE). En la del senado, que en este caso sí que es exclusiva de Menorca, concurren cinco listas (PP, PSOE, Sumar Més, Vox y Recortes Cero).

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La Delegación del Gobierno en Balears ha hecho públicos más datos sobre el 23-J. En Menorca se abrirán 40 colegios donde habrá 105 mesas electorales. En Baleares ascienden a 378 y 1.249, respectivamente.

En cuanto al dispositivo de seguridad, el domingo se movilizarán en Menorca un total de 192 efectivos. De ellos, 54 serán agentes de la Policía Nacional, 68 guardias civiles y 70 policías locales.

Voto por correo

La Oficina del Ceneso Electoral ha tramitado 36.545 solicitudes de voto por correo en Balears. No hay datos desglosados por islas. Se trata de más de 7.000 solicitudes que hace cuatro años, influido por el hecho de que las elecciones sean en pleno verano, cuando muchos electores están de vacaciones, y también porque ahora, a diferencia de hace cuatro años, para facilitar la votación de los residentes en el extranjero, la inscripción al CERA se hace de oficio.