Pedro Sánchez se ha salido de la ortodoxia de campaña para tratar de conseguir votos hasta debajo de las piedras | Efe

TW
1

Pedro Sánchez se ha salido de la ortodoxia de campaña para tratar de conseguir votos hasta debajo de las piedras, pero el candidato socialista llega a las elecciones del domingo muy magullado. Esta campaña es diferente por pura necesidad. Sánchez planteó la campaña electoral de las autonómicas como si aquello fueran unas generales y la jugada le salió mal. Ahora se aleja de las campañas tradicionales y no visitará Baleares, lo cual no se sabe si es que las da por perdidas o por ganadas y, en cualquiera de los dos casos, su presencia sería irrelevante.

Aquella campaña de Pedro Sánchez nos ha llevado a estas nuevas elecciones, donde los candidatos andan sin resuello: dos de ellos ya fueron cabezas de lista en las pasadas autonómicas, Francina Armengol y Jorge Campos. Se van a Madrid porque, en su caso, sí que han dado por perdida la comunidad y ni ella es presidenta ni él, vicepresident.

Pero estas elecciones no son una segunda vuelta de las de hace un mes y medio, aunque algunos candidatos coincidan. De hecho, es incluso probable que saquen más votos que hace un mes y medio, igual que el PP y Sumar Més. ¿Y cómo es posible tal prodigio? Cuenten el número de partidos que se presentan y comparen.