El invierno genera muchos cambios en nuestro comportamiento. | Freepik

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El invierno es una época del año que tiene efectos significativos en nuestro bienestar general. Las temperaturas más bajas, las menores horas de luz y las condiciones climáticas adversas juegan un papel crucial en el incremento de la sensación de pereza que muchos experimentan. Pero, ¿por qué exactamente el invierno tiene este impacto en nosotros, y cómo podemos combatirlo?

Durante los meses de invierno, donde la luz solar es limitada, el cuerpo humano produce más melatonina, una hormona que favorece el sueño y la relajación. Al mismo tiempo, se reduce la producción de serotonina, conocida por ser la hormona que contribuye al bienestar emocional, y de vitamina D, vital para el sistema inmunológico y la salud mental. Este desequilibrio hormonal puede llevar a una mayor sensación de cansancio y energía disminuida.

Afectación del clima en nuestras emociones

No solo la cantidad de luz influye en nuestro estado de ánimo: las condiciones climáticas propias del invierno también afectan. Estudios señalan que el viento, por ejemplo, puede ser causante de dolores de cabeza e irritabilidad, lo cual a su vez repercute en nuestras relaciones y estado emocional. En países con inviernos más severos, como los nórdicos, se observa una mayor incidencia de trastornos emocionales.

En ese sentido, los síntomas de la apatía invernal suelen manifestarse hacia el final del otoño, empeorando con el avance del invierno y disminuyendo con la llegada de la primavera. Entre las señales están el aumento de sueño, fatiga y un estado de ánimo decaído e irritable. En casos extremos, esto puede evolucionar hacia una depresión estacional.

Estrategias para sobrellevar el invierno

Para evitar que estas condiciones nos controlen por completo, es fundamental adoptar medidas proactivas. Aprovechar al máximo la luz solar, incorporar a la dieta alimentos ricos en vitamina D y triptófano, como pescados grasos y lácteos, puede ayudar a regular los biorritmos que afectan nuestro bienestar.

La actividad física al aire libre es otra forma crucial de combatir la apatía invernal. No es necesario dedicar horas a ejercicios extenuantes, pero una práctica regular al aire libre puede mejorar significativamente el estado emocional. Asimismo, establecer hábitos de sueño adecuados, tomando entre 6 y 8 horas de descanso diarias, permite mantener patrones saludables.