La raza y la edad son factores a tener en cuenta. | Freepik

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El bienestar de los perros depende en gran medida de una rutina de paseos adecuada, que no solo satisface sus necesidades fisiológicas, sino que también promueve su salud física y mental. La duración óptima de estos paseos varía según factores como la edad, raza y nivel de energía del animal.

Para los cachorros, los veterinarios recomiendan una regla sencilla: cinco minutos de paseo por cada mes de vida, dos veces al día. Por ejemplo, un cachorro de cuatro meses debería realizar sesiones de ejercicio de 20 minutos, dos veces al día. Este enfoque ayuda a evitar el sobreesfuerzo en perros jóvenes, cuyos huesos y articulaciones aún están en desarrollo.

En el caso de los perros adultos, las necesidades de ejercicio varían según la raza y el tamaño. Las razas pequeñas, como Chihuahuas o Pomeranias, suelen requerir entre 30 y 45 minutos de actividad diaria. Las razas medianas, como Beagles o Poodles, pueden necesitar entre 45 minutos y una hora de ejercicio. Por su parte, las razas grandes, como Labradores o Pastores Alemanes, pueden requerir entre una y dos horas diarias de actividad física. Es importante ajustar la duración y la intensidad de los paseos a las capacidades individuales de cada perro, evitando el sobreesfuerzo que podría derivar en problemas de salud.

Además de la duración, la frecuencia de los paseos es crucial. Los expertos sugieren que los perros adultos no deberían pasar más de 6 a 8 horas sin salir al exterior, recomendando al menos tres salidas diarias para satisfacer sus necesidades fisiológicas y proporcionarles estimulación mental. Esta rutina ayuda a prevenir problemas de comportamiento asociados con el aburrimiento y la falta de ejercicio.

Es fundamental tener en cuenta que estas recomendaciones son orientativas y pueden variar según las características específicas de cada perro. Factores como el estado de salud, nivel de energía y preferencias individuales deben ser considerados al establecer una rutina de paseos. Observar el comportamiento del perro durante y después del paseo puede ofrecer indicaciones sobre si la duración e intensidad son adecuadas. Señales como jadeo excesivo, cojeo o resistencia a continuar caminando pueden indicar que el perro está siendo sobreexigido.