Cantimplora

Es importante que la limpieza, además de efectiva, sea diaria. | Freepik

Redacción DigitalPalma19/01/25 4:00
TW
0

En la búsqueda de hábitos más sostenibles, el uso de cantimploras o botellas reutilizables se ha popularizado significativamente. Sin embargo, su uso continuado sin una limpieza adecuada puede convertirlas en un caldo de cultivo para bacterias y mohos, poniendo en riesgo nuestra salud. Afortunadamente, mantenerlas limpias y seguras es sencillo y no requiere de desinfectantes potentes ni cepillos especializados.

Limpieza diaria con agua y jabón

La clave para mantener las cantimploras libres de microorganismos es una limpieza diaria con agua caliente y jabón, similar al lavado de cualquier otro utensilio de cocina. Este método es suficiente para eliminar la mayoría de las bacterias que pueden acumularse en el interior de la botella.

Para una limpieza efectiva, sigue estos pasos:

- Enjuague inicial: Llena la botella hasta la mitad con agua caliente y añade unas gotas de detergente líquido.

- Agitación: Cierra la botella y agítala vigorosamente durante unos segundos para que la solución jabonosa alcance todas las superficies internas.

- Fregado: Si la abertura de la botella lo permite, utiliza una esponja para frotar el interior. En caso contrario, un cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo pueden ser útiles para alcanzar las zonas más difíciles.

- Aclarado: Enjuaga con abundante agua para eliminar cualquier residuo de jabón.

- Secado: Deja secar la botella al aire, preferiblemente boca abajo, para evitar la acumulación de humedad.

Atención a los tapones y boquillas

Los tapones y boquillas son partes críticas donde pueden acumularse residuos y bacterias. Es recomendable desmontarlos y sumergirlos en agua caliente con jabón durante unos minutos antes de frotarlos cuidadosamente. Asegúrate de enjuagarlos bien y dejarlos secar completamente antes de volver a montarlos.

Además de la limpieza diaria, es aconsejable desinfectar las botellas cada 10 o 15 días para eliminar posibles microorganismos resistentes. Dos métodos caseros y efectivos son:

- Vinagre blanco: Llena la botella con una solución de partes iguales de agua caliente y vinagre blanco. Agita bien y deja reposar durante 15 minutos. Luego, enjuaga con agua tibia y deja secar.

- Bicarbonato de sodio: Prepara una pasta con bicarbonato y agua. Aplica la mezcla en el interior de la botella y frota con una esponja o cepillo. Enjuaga con abundante agua y seca al aire.

Para minimizar el riesgo de contaminación, es importante no compartir las botellas con otras personas y evitar llenarlas con líquidos azucarados, ya que estos pueden favorecer el crecimiento de bacterias. Además, es fundamental vaciar el contenido sobrante al final del día y no simplemente rellenarlas sin una limpieza previa.