Tos: estos son los tipos y cómo combatirlos

La tos húmeda, o productiva, se caracteriza por la producción de mucosidad. Suele originarse por infecciones respiratorias como resfriados o gripes, donde el cuerpo incrementa la producción de mucosidad para atrapar y eliminar patógenos. Para aliviarla, se recomienda mantenerse bien hidratado, lo que ayuda a fluidificar las secreciones, y utilizar humidificadores para mantener la humedad ambiental. En algunos casos, los expectorantes pueden facilitar la expulsión de la mucosidad.

Por otro lado, la tos seca no produce mucosidad y puede resultar irritante. A menudo es consecuencia de irritaciones en la garganta, exposición a alérgenos o contaminantes, o enfermedades como el asma. Para su manejo, es aconsejable evitar irritantes ambientales como el humo, utilizar pastillas para la garganta que proporcionen alivio y, en ciertos casos, emplear antitusivos que reduzcan el reflejo de la tos.

La tos paroxística se manifiesta en episodios intensos y prolongados que pueden dificultar la respiración. Una causa común es la tos ferina, una infección bacteriana altamente contagiosa. Dado su potencial gravedad, es fundamental buscar atención médica inmediata para recibir el tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos y medidas de soporte respiratorio.

El crup es una afección que provoca una tos distintiva, similar al ladrido de un perro, y suele afectar a niños pequeños. Es resultado de la inflamación de la laringe y la tráquea, generalmente por infecciones virales. El tratamiento incluye mantener al niño calmado, ofrecer líquidos tibios y, en casos más severos, acudir al médico para la administración de esteroides que reduzcan la inflamación.

Es importante destacar que una tos persistente, especialmente si dura más de ocho semanas, puede ser indicativa de afecciones más serias como reflujo gastroesofágico, asma o incluso enfermedades cardíacas. Por ello, si la tos se prolonga o se acompaña de síntomas como fiebre alta, pérdida de peso inexplicada o dificultad para respirar, es imperativo consultar a un profesional de la salud para una evaluación exhaustiva.