Brujas en una feria.

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Cada 6 de enero, Italia celebra una tradición única que mezcla magia, folklore y religiosidad: la llegada de La Befana. Esta figura enigmática, conocida como la 'bruja buena', es parte esencial de las festividades que cierran las celebraciones navideñas en el país. Aunque su historia se remonta a siglos atrás, La Befana sigue siendo un personaje querido por grandes y pequeños, cuyas leyendas y costumbres la han convertido en un símbolo de alegría y esperanza. Pero, ¿quién es realmente La Befana y qué papel juega en esta celebración?

En Italia, el término 'Befana' significa bruja, pero es más que eso. Además, en este país, La Befana es el nombre que recibe popularmente el día de la Epifanía, el 6 de enero. Esta festividad, que conmemora los regalos que los Reyes Magos ofrecieron al Niño Jesús, se ha transformado en una de las tradiciones más queridas del país, donde La Befana simboliza tanto la generosidad como la esperanza. Esta figura fantástica suele representarse como una anciana que viste falda, chal y delantal con remiendos, zapatillas gastadas y, en la cabeza, un sombrero o un pañuelo.

Según la leyenda, La Befana se muestra como una mujer sabia y bondadosa que, en un principio, no aceptó la invitación de los Reyes Magos para unirse a su viaje hacia el Niño Jesús. A pesar de su arrepentimiento, La Befana decidió, con el tiempo, salir en su búsqueda, llevando regalos para el recién nacido. Sin embargo, al no encontrarlo, comenzó a repartir obsequios a todos los niños en su camino, una tradición que ha perdurado hasta hoy y que simboliza el acto de dar sin esperar nada a cambio.

A lo largo de los años, La Befana ha evolucionado, convirtiéndose en un personaje emblemático de la cultura italiana. Si bien su figura se asocia con la magia y la fantasía, su origen está vinculado a antiguas creencias y tradiciones paganas, relacionadas con la llegada de la primavera y la renovación. Con el paso del tiempo, La Befana fue adoptando un carácter cristiano, asociándola a la festividad de la Epifanía. A pesar de ello, su esencia mágica y misteriosa sigue siendo la misma, atrayendo tanto a niños como a adultos.

En muchas regiones de Italia, la celebración de La Befana se acompaña de desfiles, festivales y representaciones teatrales. Las ciudades más pequeñas, sobre todo en el sur del país, celebran la llegada de esta bruja bondadosa con gran entusiasmo, a menudo organizando concursos de disfraces y actividades para los más pequeños. De esta forma, La Befana no solo es una tradición familiar, sino también una fiesta popular que une a las comunidades italianas en una alegre celebración de invierno, cerrando así las festividades navideñas con un toque de magia y esperanza.