La postura es la más afectada si se mantiene este problema en el tiempo. | Freepik

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El pie plano, una condición en la que el arco plantar se colapsa, afecta a muchas personas y puede acarrear consecuencias para la salud. Según la Universidad de Harvard, esta afección puede provocar dolor en pies, tobillos, rodillas e incluso la espalda, debido a la alteración en la alineación del cuerpo. Además, el pie plano puede reducir la capacidad de amortiguación natural, lo que genera una distribución inadecuada del peso y una mayor propensión a lesiones articulares.

Los problemas posturales también están entre los efectos más frecuentes. Al no tener un soporte adecuado en el arco del pie, el cuerpo puede intentar compensar este desequilibrio, afectando la pelvis y la columna vertebral. Las personas con pie plano también pueden desarrollar afecciones como fascitis plantar, que provoca dolor agudo en la parte inferior del pie.

Harvard destaca que, en algunos casos, el pie plano puede ser asintomático, especialmente en niños. Sin embargo, si no se trata, puede generar problemas graves con el tiempo, especialmente en adultos mayores. Los tratamientos recomendados incluyen ejercicios específicos para fortalecer los músculos del pie, uso de plantillas ortopédicas y, en casos graves, cirugía.

En definitiva, el pie plano es una afección que, si bien puede parecer inofensiva, puede derivar en complicaciones significativas si no se aborda adecuadamente. Mantener un peso saludable y realizar actividad física puede ser clave para prevenir su desarrollo o mitigar sus efectos.