Una colocación incorrecta del niño no solo acarrea multas, sino también la pérdida de puntos | Freepik

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La seguridad infantil en los automóviles es una prioridad regulada por el Reglamento General de Tráfico y la Dirección General de Tráfico (DGT). Según la normativa vigente, los niños pueden viajar en el asiento delantero del coche bajo ciertas condiciones específicas. Este artículo explora cuándo es seguro y legal que un niño ocupe el asiento delantero y qué precauciones deben tomarse para garantizar su seguridad.

Normativa básica y excepciones

La DGT estipula que los niños pueden viajar en el asiento delantero si miden más de 1,35 metros y tienen al menos 12 años. Sin embargo, existen excepciones que permiten a los niños menores de esta edad y estatura viajar delante en situaciones específicas, como cuando el vehículo no tiene asientos traseros, estos están ocupados por otros niños menores de 1,35 metros, o no es posible instalar los sistemas de retención infantil en los asientos traseros.

Recomendaciones de seguridad

Aunque la normativa permite que niños de 1,35 metros y 12 años viajen en el asiento delantero, la DGT recomienda esperar hasta que el niño mida 1,50 metros para maximizar la seguridad. Además, es crucial usar sistemas de retención infantil (SRI) adecuados a la talla y peso del niño hasta que pueda utilizar correctamente el cinturón de seguridad del vehículo.

Sistemas de retención infantil (SRI)

En 2023, entró en vigor una nueva normativa de homologación de SRI, ECE R129 (i-Size), que clasifica estos sistemas basándose en la estatura del niño. Los SRI se dividen en tres grupos principales:

1. Grupo 0: Para bebés de hasta 1 año y 10 kg (40 a 85 cm), siempre instalados a contramarcha.
2. Grupo 0+ y Grupo I: Para niños de 1 a 4 años y hasta 18 kg (45 a 105 cm), pueden instalarse a contramarcha o en el sentido de la marcha.
3. Grupo II y Grupo III: Para niños de 3 a 12 años y hasta 36 kg (100 a 150 cm), usando asientos y cojines elevadores.

Precauciones y consecuencias de incumplir la normativa

Si un niño viaja en el asiento delantero con un SRI a contramarcha, es fundamental desactivar el airbag frontal para evitar riesgos en caso de accidente. En cambio, si el SRI está instalado en el sentido de la marcha, el airbag frontal debe estar activado. Los airbags laterales pueden permanecer activados en ambos casos.

Llevar a un niño de forma incorrecta en el vehículo puede resultar en una multa de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir. Además, los agentes de tráfico tienen la potestad de inmovilizar el vehículo si consideran que la seguridad del niño está comprometida.