Cartas de los lectores

Sobre el curso de violencia de género impartido los días 14, 15 y 16 en la UNED de las Islas Baleares, quiero felicitar a algunos ponentes brillantes y que nos han enseñado tanto.
La ponencia de Marielva Rísquez y la de Francisco Javier Alarcón nos ha parecido brillante, positiva y muy a la altura de un curso con un tema tan delicado.

A la directora del curso Violante Martínez también fue un placer escucharla y quiero agradecerle este curso, ya que somos varias que tenemos mucho interés en los cursos sobre este tema, como asociación de mujeres o a nivel particular y de estudiante.

Sin embargo me sorprendió mucho la intervención en un tema tan delicado como este, del director de la cárcel de Palma de Mallorca, Manuel Avilés, al que siento decirle que su intervención ha sido desmesurada, no ha estado a la altura educativa de las que hemos ido a formarnos y a pesar de que comentaba al final que por el chat se le alababa, sinceramente, nunca había estado en un curso del que saliera tan ofuscada, sorprendida y al mismo tiempo furiosa.

Casi al igual que la mayor parte de mis compañeras.

No cogimos el micro para dar nuestra opinión porque no hubiéramos sabido ni por dónde empezar a rebatirle.

Banalizó terriblemente el conflicto de las mujeres víctimas de la violencia de género hasta el punto de soltar discursos en los cuales simplificaba la solución a sus problemas argumentando que si les pegaban o las humillaban, "que se separasen" y ya está.

En ningún momento profundizó sobre dependencia emocional, o económica, ningún tipo de análisis psicológico interesante o profundo. Eso lo hizo su compañera, la psicóloga del Centro Penitenciario pero sobre los agresores, y aun así la interrumpió en plena ponencia para contar una anécdota que no venía al caso e interrumpiéndola cuando por fin estábamos absortas escuchando algo interesante, que es para lo habíamos ido, para aprender.

Definió a las víctimas como: " mujeres dependientes, débiles, que se enganchan y se cuelgan de la gente muy fácilmente y que encima repiten con parejas peores muchas veces". Generalizó. Y dejó caer que los maltratadores maltrataban a niños, ancianos y mujeres, al sector más "débil" de la sociedad. Disculpe usted… las mujeres hace ya tiempo que dejamos de ser el sector débil. Su discurso me pareció obsoleto y sin fundamentos.

Culpabilizaba a las mujeres por perdonar a sus parejas, llamando a esta situación patética por parte de ellas.

Explicó demasiadas anécdotas que aunque a él le hacían mucha gracia, lo cierto es que en Menorca no arrancó ni una sonrisa, solo perplejidad y entre esas anécdotas hizo referencia a historias generalizando sobre culturas y religiones como la musulmana, la gitana, o la sudamericana de forma poco agradable para las personas a las que no nos gusta ni toleramos los estereotipos.

Además considero que para hablar de una cultura o religión hay que vivirla y estudiarla en profundidad antes de caer en los tópicos, o mejor callarse ya que particularmente a mí me parece hacer el ridículo y más tratándose de un curso universitario.

Su visión fue muy clara sobre cómo valora la cultura occidental ante todo, ya que textualmente dijo algo como: "No todo es como Mallorca, por ahí no tienen el mismo respeto y la misma cultura que tenemos aquí".

Cuando habló tan banalmente sobre las mujeres en venta en otras culturas debería haber profundizado un poco más en por qué se compran las mujeres y cómo participa a veces Occidente de esas mafias sexuales. Y no quedarse solo con la superficie. Un discurso inteligente es un discurso estudiado y que profundiza en los problemas o los motivos de fondo.
Repitió varias veces su opinión de cómo muchas mujeres denuncian por motivos económicos y para quedarse los bienes, cuando no era relevante para el curso y no hacía falta hacer tanto hincapié en eso. Ese tipo de opiniones demasiado repetidas perjudican la visión de muchas denuncias y en el tema de las agresiones de género está en las manos de todos nosotros avanzar hacia adelante y luchar contra ellas no juzgar tan a la ligera y generalizar en algo tan serio.

En varias ocasiones tuvimos la sensación de que se culpabilizaba a la víctima y se victimizaba al agresor. Esto es terrible cuando estás hablando frente a un público y ni siquiera se sabe cuántas mujeres hay en ese curso que puedan haber sido víctimas.

Se recalcó el tanto por cierto, según ellos elevado, de maltratadores inmigrantes, cuando si como decía el 40 y tantos por ciento era inmigrantes la verdad, ¿el resto son españoles? Pues casi la mitad solo españoles y el resto dividido entre decenas de países, creo que salimos perdiendo con diferencia. Mi cálculo es muy distinto al suyo. Será que yo no tengo una visión tan etnocentrista como la suya.

A la pregunta por chat de un alumno sobre si usted tenía un problema con las razas, se sorprendió y aseguró que no, diciendo que solo llamaba a las cosas por su nombre y que a la gente a veces eso le molestaba.

Vamos a ver... Se burló e hizo chanzas definiendo a una familia musulmana como que a la mujer se la encerraba en una habitación porque los amigos de él iban a beber cervezas y no podían verla y luego la sacaba a limpiar, pero lo explicó como si fuera algo divertido lo que otros hombres no podían verla cuando debería hablar con más respeto sobre una cultura que no es la suya propia, que desde luego, sintiendo mucho contradecirle, resulta que no es ni la mejor, ni la más avanzada, ni la más respetuosa con la mujer. Visto está a través de su ponencia.

He de decir que el resto de los ponentes en particular, en mi opinión, el último Francisco Javier Alarcón, han sido brillantes. Con el señor Alarcón hemos estado cuatro horas sin mover los ojos de la pantalla. Suerte de esa ponencia final que nos ha quitado el mal sabor de boca y la impotencia del primer día…

Y al resto, gracias también.

Vanesa López
Alaior

Imatges i música que s'agraden

Enyorats socis, de vegades l'atzar s'alia amb la natura i ens regala un moment màgic que ens ompl el pit de plenitud i cosiguetes. No és una màgia de mags i trons, sinó un efecte subtil, per ventura gairebé imperceptible, un regal de la vida. De vegades cal tancar els ulls per atrapar-lo i degustar-lo amb tots els altres sentits.

Ja fa uns anys, quatre potser, vam fer i filmar una excursió en primavera a sa Bassa Verda. Plovia. Però la fe que un d'aquests moments màgics ens estava esperant va ser més fort que la por a mullar-nos. Vam quedar xops; però feliços perquè l'experiència d'haver-ho viscut s'ho valia. Temps després es va produir la topada quasi fortuïta entre aquelles imatges i la música de Dêlen. I es van agradar mútuament. Imatges i música van festejar un temps i ara han decidit viure junts.

Trobem que la música de Len i Quim, Dêlen, i aquesta cançó en concret, "Tancant els ulls", fa una bona parella amb aquestes imatges remoroses de la natura acaronada per la pluja. Tot és fràgil, lleu, sincer, prop del silenci i del temps detingut, ric en matisos delicats. Ni la música il·lustra les imatges ni aquestes expliquen la lletra de la cançó, no es supediten l'una a l'altra, caminen enriquint-se mútuament fins el final. Tot dos, imatges i cançó tenen ja una certa edat per saber que s'estimen i es recolzen.

No és estrany, idò, que ara vos participem del seu matrimoni i vos conviden, amics, a compartir-ho a la seva casa de Vimeo: http://vimeo.com/26223943
Desitgem que la seva màgia suau vos enamori i vos faci enyorar-vos. Gràcies a Dêlen i a tots els que han fet possible aquesta música i aquell passeig per la Vall.

Joan Allès i Juan Elordoy
Enyorança Vídeos
Ciutadella

Aclaración y recuerdo

Sirva la presente como simple aclaración a dos cartas publicadas en este diario, el pasado miércoles día 13, firmadas por D. Juan Florit Sans y Cine Centro Cultural de Alaior, y en las cuales elogiaban, bien merecidamente, a la persona de D. José Pons Pons (q.e.p.d.), más conocido por "en Pepe es mut".

En su carta, el Sr. Florit indica que José Pons fue aprendiz de Alberto; debo aclarar al respecto que el maquinista del "Cine España" en aquella época se llama "Norberto".
Evidentemente, y sin quitar ningún mérito a José, es lógico que no pueda ser éste el operador de cine más veterano, como menciona en su carta el "Cine Centro Cultural".

Con una memoria prodigiosa, Norberto a sus 94 años, recuerda perfectamente sus inicios allá por el año 1934 (contaba entonces diecisiete años), como ayudante de Miguel Bellot, operador del ya desaparecido "Cine Trianón", y cómo pasó más tarde, ya como maquinista, al "Teatro Principal" y después al "Cine Consey", también desaparecido.

Fue en 1945 cuando la misma empresa, que también regentaba el "Cine España" de Alaior ("Es Rincó") adquiere dos nuevos proyectores alternativos, en sustitución de la "única" máquina que existía, de marca alemana, que manejaba por aquel entonces el recordado especialista-mecánico, de origen alemán, Otto Frohelich. Para optar al puesto tuvo que superar el correspondiente examen en Barcelona, consiguiendo el título de: "Operador de Salas de Cinematografía". Ya en 1962, tras diecisiete años en el "Cine España" (viejo y nuevo), se traslada a Maó, donde vuelve al "Cine Consey" hasta 1970, fecha de su jubilación, cumpliendo así con 36 años de profesión.

Recuerda que por aquel entonces su ayudante era "en Pepet", época en la que el portero era Joan Mercadal, Moisés y Bibiloni los "acomodadores del patio de butacas", "en Joan Tea", acomodador de palcos y "vigilante del gallinero" y como taquillero/encargado estaba Perico "Funtanillas" (todos fallecidos), sustituyéndolo más tarde su hija "Marieta". Época en la que los "cuadros/anuncios/propaganda" se exponían en "Can Dineru", y los "cristales/reclamos" para la sesión de la próxima semana eran dibujados, manual y a tinta china, por un joven Santiago Pons Quintana, relevado más tarde por su hermano Onofre.

Fue mucho más tarde cuando se incorporaron como ayudantes, Pedro Timoner y el citado José Pons, siendo el aprendiz y encargado del "botijo del agua", un mocetón llamado "en Nito campana" (q.e.p.d.).

Simplemente he querido corregir unos pequeños errores, involuntarios y prácticamente sin importancia, para que sirvan de aclaración y especialmente como recuerdo de una época.

Gracias y un saludo.

Pepe Jordá
Es Castell