Los sensores permitirán saber en tiempo real la ocupación de los parkings de acceso a las playas vírgenes. | Gemma Andreu

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El Consell insular prepara el inminente despliegue masivo por el territorio de sensores, contadores y cámaras de videovigilancia con el doble objetivo de obtener datos en tiempo real para mejorar la gestión en campos como el ciclo del agua, la movilidad o el uso del suelo rústico y de aumentar el control sobre zonas sensibles de difícil supervisión como los yacimientos arqueológicos.

Con un presupuesto de licitación de más de medio millón de euros –a cargo del reparto del Impuesto de Turismo Sostenible del año 2017–, la institución acaba de sacar a concurso público el suministro de 1.380 aparatos inteligentes de última tecnología para captar, tratar y gestionar una gran cantidad de datos, la culminación del llamado proyecto Menorca Territori Viu, con el que pretende sustentar la toma de decisiones políticas y también poner información a disposición de los residentes y visitantes.

El principal campo de intervención de este proyecto es la instalación de un millar de contadores inteligentes de agua para conseguir datos sobre el uso que se está dando a este bien escaso, especialmente por parte de los grandes consumidores, y dar un salto en la detección de fugas, los consumos fraudulentos y los errores de contaje, automatizando procesos y permitiendo una respuesta más rápida.

El Consell también instalará un centenar de sensores para registrar la presencia de vehículos en tiempo real en los aparcamientos situados zonas rurales de acceso a playas vírgenes, así como otro centenar en los puntos de recarga de vehículos eléctricos de las zonas urbanas, con el objetivo de facilitar una información fiable sobre su ocupación y controlar el uso indebido de los mismos.

También se colocarán 80 sensores para medir el paso de vehículos en puntos críticos de la red viaria, una información en tiempo real que, cruzada con la relativa a los aparcamientos, permitirá redireccionar el tráfico u ordenar cortes preventivos en lugares con capacidades de plazas y visitantes limitadas. Este tipo de tecnología también se utilizará para registrar el paso de personas y bicicletas por los accesos al Camí de Cavalls y por otras zonas urbanas, lo que posibilitará, por ejemplo, mejorar la gestión del alumbrado. La instalación de diez papeleras inteligentes y de 15 cámaras para evitar actos vandálicos en yacimientos completan las medidas previstas.

Las claves
  1. Vigilar a grandes consumidores y detectar fugas de agua

    El Consell adquirirá un millar de contadores de agua inteligentes para obtener información sobre el uso que se está haciendo de este bien escaso, sobre todo por parte de los grandes consumidores. A falta de concretar ubicaciones, permitirán detectar al instante problemas de fugas y reducir el tiempo de respuesta mediante un sistema de alarmas.

  2. Control de acceso a playas vírgenes y puntos de carga

    La instalación de cien sensores en aparcamientos de acceso a las playas vírgenes ayudará a mejorar la información para los usuarios y a conocer su ocupación en tiempo real. Otros cien se ubicarán en aparcamientos urbanos para controlar la ocupación de los puntos de recarga de vehículos eléctricos. El objetivo, tener información fiable y controlar los abusos.

  3. Contabilizar el paso de vehículos por las carreteras en tiempo real

    80 sensores se colocarán en distintos puntos por concretar de la red viaria para saber el flujo de circulación –incluso por tipo de vehículo– en tiempo real y ayudar a tomar decisiones para evitar el colapso de algunos puntos de gran afluencia. El cruce de datos también ayudará a redireccionar el tráfico o cortarlo si se llega al máximo de carga establecido en zonas sensibles de la Isla.

  4. Controlar el número de bicis y senderistas en cada momento en el Camí de Cavalls

    Además de sensores para monitorizar el tráfico, también se instalarán aparatos para contabilizar el paso de personas, con especial atención al Camí de Cavalls. Está previsto seleccionar puntos de acceso al sendero en los que se pueda registrar el número de usuarios, ya vayan a pie o en bicicleta. El objetivo es conocer uso real del sendero y sus tramos en las distintas épocas del año.

  5. Vigilancia en los yacimientos contra actos vandálicos y usos indebidos

    El contrato de suministro incluye en uno de sus seis lotes la adquisición de 15 cámaras de videovigilancia con sistema de alertas que se prevé instalar en zonas de suelo rústico de difícil supervisión, con especial hincapié en los yacimientos arqueológicos. Evitar actos vandálicos y otras actividades no deseadas es el objetivo y la idea es generar avisos cuando se registre movimiento en horas en que no están abiertos al público.

  6. Papeleras inteligentes para compactar de forma automática la basura

    El proyecto incluye la instalación de diez papeleras inteligentes que se puedan cambiar de ubicación y que se alimenten de forma autónoma mediante placas solares ofreciendo servicios como el compactado automático de la basura, información sobre los volúmenes recogidos, el nivel de llenado, el tiempo de respuesta de recogida desde el aviso, el ahorro de emisiones de CO2 y el porcentaje de reducción de residuos.