El saxofonista Marc Bosch, en el Día Mundial del Riñón.    | Gemma Andreu

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En los últimos siete años, Menorca ha experimentado una gran evolución en términos de atención a los pacientes con patologías renales. Especialmente, gracias a la instauración de la unidad de Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA), que ha contribuido a disminuir considerablemente el número de pacientes que entra a la diálisis.

«Hay pacientes que entraron conmigo hace siete años y todavía no han empezado la diálisis. Se ha tenido que cerrar un turno de diálisis porque el número de pacientes se ha reducido», explica contenta y orgullosa María José Lázaro Riquelme, enfermera del ERCA que estuvo presente en la mesa informativa celebrada este jueves en el Hospital Mateu Orfila con motivo del Día Mundial del Riñón.

Según la propia enfermera, esto se debe en gran parte a que los pacientes cuentan con «mucha más información» y «cercanía» que antes. Pese a ello, todavía hay margen de mejora en otros aspectos clave para el tratamiento de este tipo de patologías, como sería una mayor presencia de nefrólogos en la Isla, ya que cuando se van de vacaciones, «se suspenden las consultas».

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Al mismo tiempo, Lázaro Riquelme reclama en nombre de todos sus compañeros que se instale una unidad de diálisis peritoneal, lo que evitaría que los pacientes de la Isla se viesen obligados «a desplazarse a Palma para aprender esta técnica», como ocurre en la actualidad. «El equipo de Enfermería está deseando poner esta unidad aquí, ya sea con uno, dos, tres, siete o veintisiete pacientes, los que haya. Sería muchísimo más cómodo para todos ellos», afirma, al mismo tiempo que solicita que haya el servicio de diálisis domiciliaria.

«En lugar de venir los pacientes hasta el hospital, debería existir la opción de que la gente joven aprendiese durante una temporada con una máquina especial y se la llevasen a casa, contando siempre con un soporte de enfermería y aprendizaje previo. Son cosas que Mallorca ya tiene y aquí ni existen», recuerda la profesional sanitaria.

Buenos hábitos alimenticios

La enfermera Lázaro Riquelme, que ya participó la semana pasada en la charla «Vivir cuidando tus riñones», revela que tanto ella como sus compañeros de Enfermería son «un puente entre el ciudadano de a pie y el médico», interesándose por mantener bien informados tanto al paciente como a su entorno familiar, quien se puede ver beneficiado por el «factor de protección» que implican las medidas de cuidado al afectado. «Cuidando a uno, cuidamos a todos», resume.

En España, la Sociedad Española de Nefrología (SEN) apunta que hasta un 15 por ciento de la población se ve afectada por las patologías renales. En Balears, los casos de enfermedad renal crónica aumentaron un 36 por ciento. De hecho, las poliquistosis renales, que hacen que se formen quistes en los riñones, son uno de los trastornos renales que más abundan entre los pacientes de Menorca y suele tener «un componente genético». Para evitar esta y otras enfermedades, Lozano recomienda mantener una «dieta variada y equilibrada» que evite el consumo en exceso de sal y carnes rojas. «Además, hay que mantenerse activo y sociable», añade.