Excrementos de paloma invaden el patio del colegio Pere Casasnovas

Josefina Vílchez, directora del centro escolar, explica que    se han instalado con anterioridad pinchos antipalomas en las cornisas de las fachadas pero las aves encuentran otros lugares donde nidificar. También actuó -hace más de tres años- un halconero para ahuyentar a las palomas con un    halcón pero el problema persiste y dura ya más de ocho cursos escolares. Tanto en las entradas, bajo las cornisas, como en los alféizares de las ventanas, en algunas zonas de los patios e incluso en las fuentes, se encuentran excrementos, que si bien las limpiadoras recogen y limpian, cada día se repite la situación. A causa de las palomas han cerrado fuentes de los patios y los escolares beben de sus propias botellas de agua.

Desde la AFA, Magda Barea, expone que lo consideran un problema de salud pública puesto que afecta a los cerca de 400 alumnos del colegio y a los adultos que trabajan y les acompañan. Al mal aspecto se suman el mal olor y el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad por el contacto con las heces animales.

La zona más afectada, detalla Barea, es la entrada principal para niños y niñas de tres, cuatro y cinco años, que precisamente es difícil que no toquen la suciedad a pesar de las advertencias.

La complicada situación se debatirá en la próxima reunión de la Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes de Menorca, a finales de abril, y nuevamente en la asamblea de la AFA del Pere Casasnovas en mayo.