En el calendario laboral que cuelga de la redacción del "Menorca" en Ciutadella, el día de ayer figuraba como laborable. Ni estaba marcado en rojo ni había sido escogido por ninguna administración, a pesar de ser contemplado en la mente de muchos como un festivo tradicional. En base a este hecho, un servidor suponía que la actividad durante el día de ayer sería la normal de un día cualquiera, pero no fue así.
De entrada, al aparcar mi coche en la zona azul de la Plaça des Born, veo que introduciendo una moneda de 20 céntimos en el parquímetro me permite permanecer aparcado hasta el 27 por la mañana. Deduzco entonces que hoy (por ayer) los parquímetros sí tienen fiesta, y con ellos, la empresa que los vigila.
Me dirijo a la Redacción. La gran mayoría de los comercios están abiertos, pero hay quien ha optado por bajar la persiana y prolongar la Navidad. La tónica es general en todos los municipios, algo que no entiende el presidente de la Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME), Vicente Cajuso. "Los clientes me cuentan que han encontrado otros establecimientos cerrados, y no logro comprenderlo. El calendario laboral está para cumplirse", comenta, añadiendo además que esta época es temporada alta para muchos comercios, algo que debería motivar más a mantener las puertas abiertas.
Ya en el periódico, hago algunas llamadas a diferentes administraciones. En una de ellas, me coge el teléfono el empleado de seguridad. "Hoy está cerrado, claro", me responde, como dando por supuesto que lo de no abrir las puertas ayer, a pesar de ser laborable, es lo más normal del mundo. En otra administración, el teléfono suena y suena, pero nadie lo descuelga durante toda la mañana. Intento también pedir cita para el pediatra, pero me avisan que solamente funciona el servicio de urgencias, que hasta mañana (por hoy) no hay visitas regulares.
Entre mis familiares, hay funcionarios que ayer no trabajaron porque les tocó cogerse uno de esos días "moscosos". En el sector privado, hay quien ha tenido que acudir a su puesto de trabajo, y quien ha podido sentarse con tranquilidad a la mesa y saborear los canalones con su familia. "Ha habido un poco de todo", comenta Pau Seguí, secretario general de PIME Menorca.
El secretario general de la patronal explica que "las empresas disponen de libertad para fijar su calendario laboral y pactar con los trabajadores el traslado de algunos festivos a otras jornadas o al revés, adoptar un día libre que no figure en el calendario laboral y después recuperar esas horas en otra jornada". Mientras al cabo del año se cumplan el número de horas laborables, los cambios son posibles, e incluso frecuentes en fechas como las de ayer, un festivo más o menos tradicional no recogido por el calendario laboral. Pasa en fechas como Cinquagesma o el Darrer Dimarts en Ciutadella, o en Alaior por Carnaval.
Un familiar me cuenta que el de hoy (por ayer) ha sido un día extraño. "Estoy algo perdida, no sé si es festivo o no", me dice. Es, seguramente, la sensación que muchos compartieron en un Sant Esteve laborable... para algunos.
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