Los trabajadores esperan que "se tomen cartas en el asunto"

Los trabajadores denuncian que a día de hoy, 38 trabajadores de la entidad no saben qué será de ellos el próximo 1 de enero, puesto que sus contratos expiran a finales de mes. 21 de ellos son monitores de centros asistenciales, y los otros 17 de centros especiales de ocupación como el Càtering Social, el servicio de jardinería o la imprenta. Según aseguran representantes del comité de empresa, lo último que saben sobre su situación surge de la reunión mantenida con el director insular Carles Canet, quien les comunicó que existe la orden de no renovar los contratos temporales, y sustituir las funciones que prestan estos trabajadores mediante el trabajo de personal fijo de la entidad. "Esto no se puede hacer, es totalmente inviable, puesto que ya funcionamos justos con las personas que somos, no sobra nadie", explica Carles Bonet, delegado de UGT.

De hecho, explican que si finalmente no se renueva el contrato de estas personas, "habrá pisos asistenciales que se quedarán sin personal, centros ocupacionales que no contarán con ningún monitor... No entendemos a qué juegan, ni tampoco el ocultismo y el mutismo de los que gobiernan". En ese sentido, el comité de empresa asegura no saber nada oficialmente sobre el cierre del centro de discapacitados de Milà, y estar informados del asunto por los mismos trabajadores. "Cuatro trabajadores han finalizado su contrato, y dos de ellos han sido recolocados. Los otros dos no saben qué pasará con ellos a partir de enero".

En la Fundació trabajan unas 170 personas. "Ni un ERE supone un recorte tan brutal de personal como el que quieren hacer ellos que, además, tendrán que justificar de algún modo, porque ha quedado demostrado que la Fundació genera superávit", concluyen desde el comité de empresa.