En los últimos cinco años, desde diciembre de 2018 a diciembre de 2022, con todos los problemas de suministro y crisis económica, pandemias mundiales, problemas de control de inflación, el precio no ha parado de subir. La vivienda está fuera del alcance de una familia en la que dos miembros cobran un salario «normal» para nuestra comunidad. Se confirman los peores augurios que, desde hace años, nos hacían prever esta situación.
No hacen falta más estadísticas, hoy todo el mundo sabe que la principal preocupación de un residente en Balears es que no alcanza a alquilar o comprar una vivienda digna, con un salario medio, ni con dos, afortunados si tienen tres. Ya se ha escrito y debatido mucho sobre como hemos llegado a esta situación, las malas políticas, las decisiones equivocadas, la falta de previsión y una gestión pública que no tiene ni la agilidad ni el conocimiento para, de forma unilateral, corregir esta situación.
Ya estamos en el fondo del pozo. Pensemos en cómo salir de aquí, a largo plazo, corrigiendo esta situación y confiando en que los políticos a los que votamos tengan un interés real y decidido en corregir este grave problema. Para que consigamos revertir esta situación, tendremos que trabajar con una estrategia no a golpe de red social, aceptando que no es necesario culpabilizar a los extranjeros, ni al turismo residencial, ni a quien se sale del guion establecido por el político de turno. Aceptando que aquellas personas que claman que el «emperador va desnudo» y que son profesionales del sector inmobiliario, tienen algo válido y valioso para aportar a la solución.
- La falta de suelo urbanizable es el principal escollo para dar solución al problema. Las decisiones tomadas en los últimos ocho años han provocado un encarecimiento del suelo urbano, haciéndolo excepcionalmente caro.
- La vivienda de protección pública o la vivienda de precio tasado son el camino a seguir para una gran parte de la demanda que no se puede satisfacer. La administración en su mejor legislatura y con un esfuerzo millonario, puede poner 200 o 300 viviendas en el mercado. Cualquier promotor privado con suelo a precio razonable, puede organizar y poner en el mercado más del triple de ese número en los mismos cuatro años.
- No podemos negar la realidad, la población de Balears sigue aumentando, año tras año, con un efecto llamada que hoy se ha tornado un falso espejismo, con salarios bajos y falta de vivienda pero, aun así, sigue produciéndose ese efecto llamada. Habrá que arbitrar soluciones que no sean entelequias imposibles.
Los datos son clamorosos, en el año 2022 los precios se incrementaron casi un 10 por ciento. Balears es la comunidad autónoma española en la que son necesarios más años de salario íntegro (una media de 16,4 años) para adquirir una casa, según los datos difundidos por la compañía Sociedad de Tasación. Más del doble que en el resto del país.
Probablemente nos encontremos ante el periodo con más cambios legislativos ligados directamente o indirectamente al sector de la vivienda, más de 20 modificaciones de calado o aprobaciones de normativa nueva. El resultado es el que ustedes pueden leer en este artículo o en cualquier semanario o periódico, escuchar en cualquier tertulia. Estamos peor que ayer, pero mejor que mañana.
Necesitamos trabajar seriamente en una inversión de esta tendencia. No deberíamos descubrir que lo que creemos que es el fondo del pozo, es tan solo un estadio más en una caída sin fin. Apelemos a la responsabilidad de todos.l