Tras varias llamadas infructuosas por parte de un paciente Bep Llorens, este verano sí obtuvo la respuesta afirmativa y decidida por parte de una de las perlas de presente y futuro del volei español: la receptora catalana del 2025, Zoí Mavrommatis. La jugadora del Avarca de Menorca, un diamante en bruto, es una de las sensaciones ligueras y pese a tener que compartir puesto con ‘gigantes’ como Grecia Castro, Antonela Fortuna o Jimena Gayoso, día a día sigue ganando protagonismo y presencia.
De momento, ¿ha merecido la pena dar el salto al charco y recalar en el Avarca?
—Sí, totalmente. Pienso que de todos los sitios siempre se aprende algo y venir a Menorca está siendo una gran experiencia, tanto a nivel deportivo como personal. Ciutadella es un sitio muy especial. La tranquilidad, el ambiente y la cercanía de la gente hacen que te sientas en casa. Además, vivir en una isla es increíble y, a parte, tengo la suerte de estar a 30 minutos en avión de mi casa y puedo ver a mi familia a menudo.
¿Había imaginado nunca que un día podías acabar aquí? ¿Estaba en su lista?
—La verdad es que otros años ya me habían llamado para venir a Menorca, así que no era algo inesperado. Pero en su momento no se dio y ahora que estoy aquí, siento que ha sido una decisión acertada. No estaba en mi lista inicial pero el volei te lleva por diferentes caminos y disfruto mucho la experiencia. Al final, es un club que lleva muchos años haciendo las cosas bien y en la parte alta de la clasificación y eso llama mucho la atención.
¿Contenta individualmente con su papel en la plantilla?
—Sí, creo que he ido creciendo poco a poco. Está claro que tengo muchas cosas que mejorar pero siento que estoy aportando al equipo y aprovechando cada oportunidad que tengo en la pista. Estoy trabajando para seguir mejorando y asumir más responsabilidad cuando me la den.
Y de cada vez va asumiendo un mayor protagonismo…
—Sí y es algo que me motiva. Me gusta sentir que confían en mí y que puedo demostrar el trabajo que hago semanal. Pienso que tengo un papel diferente al que tenía a principio de temporada y eso como bien he dicho me motiva. Tengo mucho margen de mejora pero esa evolución es parte del proceso y éste no se acaba este año si no que me quedan muchos más por aprender.
Siendo usted tan joven, ¿en qué la ayuda tener delante a Grecia Castro o a Jimena Gayoso?
—Me ayuda mucho. No solo ellas dos; tener compañeras con tanta experiencia es una gran ventaja porque aprendes cada día de ellas, no solo a nivel técnico o táctico, también a nivel humano y sé que ellas me pueden ayudar y aconsejar siempre que lo necesite.
Le toca dar la cara en partidos y momentos importantes, ¿cómo ha llevado la presión?
—La verdad es que no he sentido una gran presión porque estoy rodeada de compañeras muy buenas que hacen que todo sea más fácil. Obviamente, en momentos clave siempre tengo un poco de nervios que considero bueno, por el simple hecho de querer que las cosas salgan bien. Pero confío mucho en el trabajo que hago y hacemos todo el equipo día a día y cuando sabes que tienes gente a tu lado que responde, todo se lleva con más facilidad. Por eso estoy muy contenta de estar aquí y que me hayan acogido tan bien.
Pese a su juventud ya acumula experiencia, ¿nota más este año las ansias de títulos en el Avarca? ¿Le gusta la presión?
—No tengo tanta experiencia pero sí la suerte que desde los 16 años estoy en Superliga y en dos diferentes clubs y ahora es cuando veo mas posible ganar títulos. El Avarca es un club que aspira a ganar títulos y eso se nota en la exigencia del día a día. Es un ambiente competitivo, donde cada partido cuenta y donde el objetivo no es solo hacer un buen año sino pelear por lo máximo. Me gustan los retos, así que esa presión extra es algo que me motiva. Por otro lado, sé que soy muy joven y espero poder jugar muchos años más; si ahora no gano títulos sé que me quedan muchos años por delante.
Además, internacional, ¿la ilusiona ir jugando con la Selección Española absoluta?
—Sí, mucho. Representar a tu país es algo especial y cada convocatoria es una oportunidad para crecer y aprender. Me encantaría seguir estando y aportando lo mejor de mí.
Están a nada de la Copa de la Reina, ¿ha sido nunca anfitriona nunca? ¿Sensaciones?
—Sí, ya lo viví en Sant Cugat, club de toda mi vida, y fue algo muy especial vivirla en casa y donde he crecido jugando a volei. Ahora, hacerlo en Menorca es diferente pero también emocionante. Jugar en casa siempre tiene un plus y creo que si aprovechamos bien la oportunidad, puede ser una experiencia increíble. A parte, tengo la suerte te que mi familia estará y eso siempre me hace más ilusión.
Además de jugar, estudia Publicidad. ¿Toca buscarse la vida a parte del deporte? ¿Injusto?
—Más que injusto, es la realidad. Estudio porque me gusta, quiero otras opciones de futuro y me veo trabajando en algo relacionado; el deporte no dura para siempre y si se da, tras dedicar tantas horas al volei, me gustaría dedicarme solo al deporte antes de centrarme en otra carrera profesional. Mucha gente piensa que no se puede vivir de este deporte pero la realidad es que muchas compañeras lo hacen y si trabajas duro, alguna oportunidad llegará. Es encontrar el equilibrio y ver hasta dónde puedo llegar en este deporte al que dedico tantas horas y me gusta.
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1 comentario
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... está mejorando... al principio me preocupaban sus saques, pero en combate es solvente... a seguir de cerca