Nil Riudavets, en su puesto de trabajo en el 'Mateu Orfila'.

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Lograr compaginar deporte y ocupaciones laborales no siempre es una tarea fácil y si encima tu actividad física es prácticamente de una dedicación casi profesional y que implica muchas horas de entrenamientos y muchos viajes por el mundo, más. Este es el caso mismo, entre otros, del paratriatleta olímpico Nil Riudavets, que vivió anteayer «un día especial», como él mismo escribió en sus redes sociales.

Riudavets, bronce en los Juegos Paralímpicos de París, firmó su plaza fija como enfermero del Àrea de Salut de Menorca, tras superar el proceso de oposición convocado por IB-Salut a finales de 2023. «Después de la lesión llegué a pensar que nunca más podría trabajar de lo que en su día decidí estudiar. Pero nunca desistí en seguir formándome para lo que pudiese pasar. Es verdad que no puedo trabajar de manera asistencial pero a través de la gestión sanitaria puedo desarrollarme profesionalmente», cuenta el de Maó.

«Igual muchos ni sabíais que trabajaba como enfermero. Justo un año después del accidente, en junio de 2020, me reincorporé. Aunque sea duro compatibilizar entrenamientos y trabajo, siempre me he sentido feliz del camino que había elegido», exclama Nil Riudavets en sus cuentas sociales.