Tita Llorens, este domingo en Galicia probando ya sus aguas.  | Siscu Pons

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Si todo va según el guión marcado, desde las 5 de esta mañana la infatigable nadadora de Ciutadella, Tita Llorens, ha comenzado su enésima aventura, su tercer intento de nadar el Gran Rande, entre San Simón-Islas Cíes-San Simón; dicho de otra manera, de la ria gallega de Vigo al Atlántico y volver; un total de 54 exigentes kilómetros, sin neopreno y ‘nonstop'. Una hazaña que, de momento, nadie ha logrado. La menorquina se enfrenta de nuevo al desafío, que en las dos ocasiones anteriores se convirtieron en un reto imposible de superar, no por la distancia– que ha demostrado en diversas ocasiones que está a su alcance y con creces– sino por la dificultad de afrontar unas duras condiciones meteorológicas. Por delante le esperan como mínimo 16-17 horas en el agua si pretende alcanzar este imponente reto, aplazado el pasado 25 de junio, por mal tiempo y olas de más de dos metros.

«Las dos otras veces no debí lanzarme al agua, las condiciones no eran buenas», sinceraba ayer a «Es Diari» Llorens. «El 2021 por la bajada de temperatura que se produce con el viento del norte, cuando la marea sube y que a 14 grados es muy complicado. Y el primer intento, por el mal tiempo», expresaba, horas antes de lanzarse al agua, muy confiada este tercer intento en la ola de calor anunciada en Galicia, «si bien es el Atlántico y un cambio de viento puede ser fatal y complicar todo. Espero que el agua se mantenga a 18-19 grados, perfecto», analiza la menorquina, que se ve mentalmente preparada. «No he hablado mucho del tema, hasta el momento de comprar los billetes. Pero tengo muchas ganas de lograrlo tras unos entrenamientos hechos. Solo pido suerte, el trabajo está hecho y bien aunque el reto es sumamente complicado», opina en voz alta. Batalladora e incansable, ya avanzaba Llorens que pese a lo complejo del envite, «pondré todo de mi parte para lograrlo. Esta tercera vez voy más confiada y con más ganas si la temperatura está más arriba; sé que puedo aguantar y he demostrado que puedo estar muchas horas en el agua. Lo veo factible y posible y busco esto, retos complicados», abundaba, pendiente del agua como aspecto clave.

Llorens tenía programado previamente realizar el Canal de Menorca, en su décimo aniversario, pero no pudo ser. «Hacerlo me habría dado ese plus de confianza quizás. Siempre pongo una actitud muy positiva en mis retos y en el primer y segundo intento no me gustó cómo lo afronté, consciente que no eran las mejores condiciones de mar y temperatura. Me gusta nadar positiva y alegre, no disfruté y no lo hice», recordaba, hablando, para acabar, de las famosas mareas en Galicia. «Son buenas claro pero habrá momentos que nadaré en contra, también a favor. Según a la altura de la ría que me cojan en contra lo dificultará más», avanzaba.