La junta dimisionaria del Sporting Mahonés comunicó ayer, vía mail, tanto a la Federació de Fútbol de les Illes Balears, como a la Junta de Menorca, la inscripción del mismo número de equipos -nueve- con que contó la pasada temporada, a excepción de la primera plantilla que entonces figuraba en la Segunda División B y que, dada la situación límite a la que se ha llegado carece de una trascendencia inmediata. La intención de la directiva saliente era disponer de un equipo en Regional Preferente para lo que, aseguró, contaba con el permiso de la Federació Balear a pesar de la deuda con exjugadores y la propia FFIB.
El expresidente, Paco Segarra, se comprometió a realizar y abonar esta inscripción en beneficio del fútbol base del club atendiendo a la sugerencia de los socios presentes en la asamblea en la que se produjo la renuncia irrevocable de la junta. La próxima semana quedará formalizado el registro de los equipos pero deberán ser los sucesores de Segarra, si los hay, quienes den contenido a estas plantillas con los jugadores y jugadoras que decidan fichar por el Sporting Mahonés.
La labor de renovación y captación de estos jóvenes futbolistas ya no compete a los directivos que dimitieron el pasado miércoles. Éstos esperan que en las próximas fechas socios y padres de los jugadores del fútbol base del club den un paso adelante para convocar otra asamblea extraordinaria en la que se constituya una nueva junta gestora que tome las riendas de la entidad y acabe con el vacío de poder existente que puede derivar en la inactividad del club si alguien no se pone al frente y realiza la tarea burocrática de tramitar licencias, implicar a los jugadores y seguir con el día a día del club.
Algunos de los socios presentes en la asamblea reclamaron a la junta de Segarra que no era el momento de marcharse "y dejar el club de esta manera para que aguante el muerto otro", les hicieron ver. Sin embargo, los ya exdirigentes se mantuvieron en su firme postura al no haber conseguido la cesión exclusiva de los campos municipales de Bintaufa. De esta forma, el 'otro' club, Sporting Illa de Menorca no habría dispuesto de instalaciones para seguir adelante con su proyecto de fútbol base y los jugadores se habrían mantenido fieles al Sporting Mahonés. El Illa de Menorca incluye en su proyecto que "en estos momentos puede disponer" de los dos campos de Bintaufa, el viejo y el nuevo, más otro de fútbol 7, sin que éstos les hayan sido concedidas por el Ayuntamiento, como precisó la alcaldesa en la asamblea.
La deuda del Sporting Mahonés, próxima a los 400.000 euros, que la junta saliente aseguró tener controlada a través de un plan económico con que sufragarla a medio plazo, resulta un lastre para aquellos socios y padres del fútbol base que defienden al club por encima de las personas y se plantearían constituirse en gestora.
Por esa misma circunstancia resulta del todo improbable que los exdirectivos integrados en el Illa de Menorca tomen el guante lanzado en la asamblea para que se pongan al frente del club histórico, ya sin Segarra y su junta, y lleven a cabo en el Sporting Mahonés el mismo proyecto que presentaron hace unas semanas en el mismo Ayuntamiento de Maó. El futuro del club es más incierto que nunca.
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