La falta de acierto ha condenado, lastrado, al Mercadal durante esta campaña. Este domingo no fue ni eso. El conjunto rojiblanco firmó un mal partido y fue incapaz de generar situaciones de gol para derrotar a un Santa Catalina que jugó sus bazas, líneas muy juntas y todos por detrás del balón, en busca de un punto de oro para aliviar su posición en la tabla. El resultado fue un Mercadal que dominó pero que estuvo inocuo en ataque, se echó en falta esa agresividad –bien entendida– de la que ha venido haciendo gala en todo el curso y que le ha servido para superar retos jornada tras jornada.
Restan doce encuentros y si el equipo no responde, no se reactiva, puede entrar en una espiral peligrosa. No por ver peligrar su posición, ni mucho menos, sino porque la liga se le puede hace muy larga y es cuestión, como dice Lluís Vidal, de acabar con buena imagen.
El encuentro fue el esperado. El Mercadal se hizo con el esférico ante un adversario con la única referencia de Jul en punta, que se mantuvo unido pero que apenas expuso en ataque convirtiendo a Jesús casi en un espectador más. Buscó las bandas el grupo mercadalenc, con Víctor y Elliot, para romper las líneas mallorquinas y cuando lo hizo, faltó frescura cerca del área. Caminó anodino el choque hasta el descanso, facilitado también por el planteamiento visitante que poco a poco perdió su leve atrevimiento ofensivo. Un libre directo ejecutado por Lacueva y repelido por Adri con los puños fue el epílogo del primer acto.
En el segundo tiempo, el Mercadal fue más incisivo pero siguió estancado en los últimos metros. Vidal intentó darle un giro al partido con la entrada de Izan –actuó por detrás del 'nueve'– y el movimiento de posiciones de varios jugadores. David Mas, en banda, más bullicioso en este periodo, provocó varias acciones que no encontraron destino. Con 25 minutos por delante, Carlos Martínez, técnico del Santa Catalina, despejó cualquier duda. El empate valía su peso en oro y retrasó a sus futbolistas a su parcela para aguantar el último y previsible arreón del Mercadal. Atosigó la escuadra de Sant Martí pero sin excesiva convicción; los saques de banda y de esquina fueron sus últimas armas en busca de un gol que habría valido el triunfo. Jeroni, por dos veces, cabeceó sin encontrar la red y la última fue para Lacueva tras un pase interior de Robert que remató alto. Pese al frenazo, el Mercadal sigue con los mejores y acabar ahí, entre los ocho primeros, es el reto.
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