Pepo y David Mas. Los jugadores del Mercadal, en una acción defensiva durante el partido de ayer tarde jugado en Can Misses - Diario de Ibiza

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El Mercadal obtuvo ayer en Eivissa un punto que dio por bueno ante un rival directo en la lucha por la permanencia, el Atlético Isleño. El gol de Héctor Carreras valió un empate que le mantiene por delante de su rival eivissenc, en la decimotercera posición.

Ambos equipos consiguieron ayer lo que querían y lo que hubieran firmado antes de que empezara el partido: no perder. El reparto de puntos fue bueno para los dos conjuntos porque también pudieron perder, pero al final sumaron un punto cada uno y dieron un paso más para asegurar su continuidad en esta Tercera División.

El Mercadal se enfrentó al conjunto de Vila obligado a jugar con un equipo de circunstancias por las numerosas e importantes bajas que tenía, pero en la plantilla ibicenca no valen las excusas y los que salen a jugar hacen todo lo que pueden y algo más. Como ayer.

El partido, además, se puso cuesta abajo para los de Yeray Rodríguez en el minuto 9, cuando Héctor Carreras adelantó a su equipo, que jugaba con el viento a favor y que salía con rapidez y cierto peligro. Pero los ibicencos mantuvieron la compostura y siguieron intentando llegar por las bandas, aunque fue a trompicones y sin inquietar a la defensa del Mercadal.

El balón no salía del centro del campo, mientras los minutos fueron pasando entre algún bostezo que otro. Lo único que se veía eran ganas, fuerza y entrega, pero poco fútbol. No hubo jugadas de peligro hasta el minuto 38, cuando 'Puet' y Suso pudieron empatar, pero no se entendieron en los últimos metros y el portero Cristian detuvo el balón. Tres minutos más tarde se reclamó un penalti que el árbitro no concedió. La falta la tiró Suso y Cristian se lució enviando el balón a córner. Eran los mejores minutos locales y la recompensa llegó justo en el 45, cuando Galera abrió el balón a Cardona, éste lo centró y 'Puet' lo desvió al fondo de la portería. Era el empate que hacía justicia al mayor desgaste y ambición de los pitiusos, que se abrazaron como si hubieran ganado la Liga. En la segunda mitad, el Mercadal mantuvo la compostura gracias a su buen orden defensivo. En el Isleño entró Franco por Cardona y el equipo intentó aprovecharse del viento, pero más que ayudarle le perjudicó, también por la precipitación de los jugadores, que veían que podían ganar. Lo mismo que el conjunto mercadalense, que se fue al ataque, pero ninguno de los dos equipos creó peligro real. Solo hubo amagos en saques de falta, pero las defensas no dieron concesiones.
Yeray mostró su ambición dando entrada a dos hombres con vocación ofensiva como Calero y Dadiv Camps, aunque sus llegadas no se aproximaron tampoco al gol que podría haber decantado la balanza a su favor.

Así, con el quiero y no puedo y sin querer arriesgar más de lo necesario fueron pasando los minutos. A los dos equipos les valía el empate y, sin que hiciera falta hablarlo, decidieron coger el punto e irse a la ducha, tan gratificante como el empate que les mantiene en una zona relativamente cómoda y alejada de las posiciones de descenso directo a la categoría Regional.