Àlex Vidal, este pasado fin de semana, poco depsués de zamparse la maratón de Florencia. | A.V.H.

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«He completado siete maratones, siendo Florencia la última y mi mejor marca personal (anteriormente tenía un tiempo de 2:36). Mi objetivo actual es completar las ‘Six Majors’, las seis maratones más prestigiosas del mundo, en Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Berlín y Tokio. Y han añadido Sídney a este grupo, así que algún día habrá que hacerla también». Él es Àlex Vidal Hiscok, un menorquín de 29 años que lleva once residiendo en Inglaterra, con un paréntesis de uno en Mallorca y que se fue al Reino Unido a estudiar y desde entonces trabaja de ingeniero de estructuras en una consultora de Nottingham.

«He completado tres de las seis, Londres, Berlín y Chicago y mi próxima carrera será la Maratón de Boston, en abril de 2025. Mi sueño es romper la barrera de las 2h:30’, algo que cada vez se vuelve más complicado a medida que mejoras pero estoy ilusionado», exclama, después de lo vivido en Florencia, donde acabó primer español entre 11.000 participantes y con su mejor marca personal. «Siento que estoy en el camino correcto», expresa, tras la Maratón de Florencia, «una decisión tomada un poco a última hora, tanto que mi familia no supo que iba a correr hasta el viernes, cuando estaba ya de camino al aeropuerto. Quería una carrera tranquila, sin demasiada presión, para evaluar mi estado de forma después de diez semanas de preparación que habían ido muy bien. Florencia es un recorrido plano y perfecto para intentar un buen tiempo», asegura Vidal quien se considera principalmente, «un corredor de larga distancia, desde media maratón hasta maratón, aunque también he hecho algunas carreras de 10 km y San Silvestres».

El corredor menorquín, con paso firme en la maratón de Chicago.

En Florencia su objetivo era correr de menos a más, «con una primera media maratón más controlada y la segunda algo más rápida, para terminar en un tiempo entre 2:32 y 2:33. El plan salió incluso mejor de lo esperado: pude mantener el ritmo durante toda la carrera y adelantar corredores en los últimos kilómetros, lo que siempre es una señal de que va bien», abunda, completando la primera mitad en 1:16:08 y la segunda en 1:15:54, logrando una marca de 2:32:02. «No fue hasta que mi familia me lo comentó que me sorprendió acabar como el primer español y el 23 en la general. A pesar de ello, mi objetivo principal era el tiempo más que la posición, ya que cada carrera es diferente y nunca sabes quién se presentará. Por eso, suelo centrarme más en mi rendimiento personal que en los resultados relativos» cuenta.

Comienzos y especialidad

Vidal empezó a correr durante su etapa universitaria. Antes ya era amante de los deportes y practicaba fútbol y tenis en Menorca. «Me encantaba correr en los partidos y al darme cuenta de que siempre tenía energía al final de los mismos, decidí darle una oportunidad al atletismo», recuerda. «Aunque entiendo que mucha gente no comprende cómo alguien puede disfrutar corriendo sin un objetivo claro como perseguir una pelota– yo mismo pensaba así–, lo cierto es que correr te enseña mucho sobre superarte a ti mismo, fijarte metas y, sobre todo, disfrutar del proceso. Y es una gran oportunidad para celebrarlo con familia y amigos».

De momento, el mahonés se considera, «un apasionado del asfalto y la velocidad pero no descarto que, una vez haya alcanzado mis objetivos en carretera, participe en alguna carrera del Camí de Cavalls. Correr en casa siempre aporta un extra de energía y en tu propia isla es una experiencia única», exclama Vidal, de un trail que para él, «es una disciplina completamente diferente, mucho más técnica, con la dificultad añadida del terreno y el desnivel. Aun así, creo que encaja perfectamente con mi gusto por las carreras de larga distancia, donde más disfruto, y es algo que me encantaría probar algún día», acaba.

El apunte

«El falso mito de que correr es un deporte muy solitario»

Este menorquín residente en Reino Unido emana pasión y amor por el deporte y en concreto por el atletismo y nos lo deja claro en este diario. «Es verdad que correr puede parecer un deporte solitario y no niego que a veces lo sea porque son muchas horas de entreno y no siempre es fácil encontrar a gente dispuesta a dedicar tanto tiempo. Sin embargo, el correr ha crecido mucho y están surgiendo grandes comunidades. En cada carrera conozco a gente nueva y creo nuevas amistades», exclama feliz.

Por ejemplo, «usamos ‘Strava’, como una red social para corredores, para seguir los entrenamientos y logros de nuestros amigos. En Chicago conocí a un venezolano y a un costarricense y ahora sigo sus progresos; uno de ellos ya ha corrido la maratón en menos de 2:30». Además, las carreras, dice, «son una gran excusa para viajar y mi familia, que es mi mayor apoyo, siempre me acompaña allá donde voy. Al final, el mérito es de todos: ellos me apoyan durante todos los meses de preparación, aguantan mis sermones sobre los entrenamientos, mis objetivos y las metas que sueño alcanzar en las carreras, algo que les agradezco mucho».