La compañía ha contactado con los usuarios afectados por el fallo de seguridad. | Pexels

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La compañía telefónica Orange cuenta en nuestro país con miles de clientes. Precisamente algunos de ellos pueden verse expuestos a un fallo de seguridad, tras el cual alguien ha obtenido información sensible de un número limitado de usuarios. Según informa este martes, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), Orange ha comunicado que uno de sus proveedores ha sido víctima de un incidente de seguridad, propiciando un acceso no autorizado a sus sistemas, y dando cuenta de ello a las autoridades competentes en la materia.

El organismo, dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), ha detallado cuál es esa información que algunos clientes de Orange depositaron en la compañía para disfrutar de sus servicios, y alguien se ha infiltrado y ha conseguido robarla. Se trata de información personal y sensible, en base a la legislación actual de Protección de Datos, entre ellos nombres y apellidos, dirección postal, teléfono, correo electrónico, DNI, fecha de nacimiento, nacionalidad y el código IBAN de la cuenta corriente.

Los usuarios afectados por este fallo de seguridad ya han sido notificados por la misma compañía mediante sus canales de comunicación oficiales. Asimismo, Orange destaca que pueden las consecuencias que puede ocasionar el acceso a estos datos, desde la recepción de publicidad sin consentimiento y la venta de datos personales a terceros hasta ser víctima de suplantación de identidad o estafa en nombre de la persona afectada, y/o robo de una cantidad económica a partir de la información obtenida de su cuenta bancaria.

En caso que hayan sido unos de los afectados, los especialistas en ciberseguridad de OSI recomiendan que durante los próximos meses se tenga especial precaución con correos electrónicos, mensajes o llamadas de los cuales no se pueda confirmar su procedencia o remitente, especialmente los mensajes que soliciten información bancaria o credenciales, ya que estos mensajes podrían ser de origen fraudulento.

Además, se debe permanecer atento y vigilar regularmente qué información circula sobre uno mismo en internet para detectar si sus datos privados están siendo utilizados sin su consentimiento, una práctica cada vez más recomendable para más personas bautizada como egosurfing. En caso de que los datos bancarios se hayan visto afectados por el incidente, conviene revisar los últimos movimientos financieros, y contactar con la entidad bancaria ante cualquier movimiento sospechoso.