En mitad de la inflación, los impuestos no ayudan a llegar a fin de mes. | Pixabay

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Los españoles necesitan trabajar, de media, 193 días para cumplir con sus obligaciones con Hacienda, por lo que a partir de mañana, 13 de julio, comenzarían a ingresar dinero para ellos mismos, según un informe elaborado por la Fundación Civismo. El 13 de julio representa para esta organización el «Día de la Liberación Fiscal», aunque varía según las comunidades autónomas. Así, en siete autonomías no han celebrado todavía esa fecha, entre ellas Cataluña, que no llegará esta «liberación fiscal» hasta el 21 de julio, o Cantabria, donde ocurrirá el 18 de este mes. Por el contrario, otras ya se han «liberado fiscalmente», como Ceuta, Melilla y Murcia donde se alcanzó esa fecha el 9 de julio, entre otros ejemplos.

Fundación Civismo denuncia en este informe que la presión fiscal directa sobre las familias españolas ha crecido desde 2018 y señala que este 2022 es el ejercicio en el que más está aumentando desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno. «Es incomprensible que, ante una inflación disparada, el Gobierno no haya deflactado las tarifas, lo que hubiera permitido que los contribuyentes mantuvieran su capacidad económica», agrega el comunicado. Fundación Civismo apunta también que en los últimos años aumentó la renta de las familias españolas, aunque durante la pandemia «el consumo en los hogares fuera mínimo» y, por tanto, «la recaudación de impuestos fue menor». Con la vuelta a la normalidad, el consumo repuntó y con ello «la presión fiscal indirecta y su correspondiente subida de impuestos».

La presión fiscal crece desde los 90

Fundación Civismo sostiene que la presión fiscal indirecta ha ido en aumento desde la década de los 90, aunque se observa una caída entre 2007 y 2013, durante la crisis, cuando «la recaudación se redujo ligeramente». Además, la Fundación añade que la caída de ingresos fiscales de 2020 se explica por la influencia de la pandemia en el consumo, ya que «al caer este, también descendió la recaudación impositiva». No obstante, la presión fiscal sobre el consumo retomó en 2021 su tendencia alcista. Este estudio de la Fundación Civismo, que se define como un «think tank proclive al liberalismo clásico», también analiza la cuña fiscal de los salarios, entendida como la proporción de rendimientos que el trabajador destina a financiar al Estado. De esta forma, defiende que cuanto mayor sea la cuña fiscal, también lo será la cantidad de recursos que el contribuyente abonará al sector público y, por tanto, «hará menor será su renta disponible». Fundación Civismo apunta que la cuña fiscal de salarios en España hace que un contribuyente español destine un mayor percentil de su renta a financiar al Estado que cualquier otro contribuyente promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).