Santamaría. La portavoz del Gobierno dijo que ante de pedir ayuda a Europa hay que pensarlo bien - Moncloa

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El Gobierno tiene intención de analizar con calma y prudencia la conveniencia de solicitar ayuda a los fondos de rescate europeos y no dará ningún paso hasta debatir este asunto la próxima semana con sus socios europeos en las reuniones del Eurogrupo y el Ecofin de los próximos días 14 y 15.

Además del encuentro de los ministros de Finanzas de la zona del euro y de la UE, el Ejecutivo también esperará a conocer la decisión que el Tribunal Constitucional de Alemania tome el día 12 con respecto al Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE), el fondo de rescate permanente.

Un día después de que el Banco Central Europeo (BCE) haya puesto un programa de compra de deuda a disposición de los países del euro con mayores problemas de financiación, el Gobierno español dijo que se abre un periodo de reflexión para el que necesita contar con todos los elementos de juicio, de los que aún no dispone.

El BCE ha condicionado la puesta en marcha del plan de compra de deuda a que se solicite la ayuda de los fondos de rescate europeos, lo que no tiene por qué suponer la petición de un rescate completo -como en los casos de Grecia, Portugal e Irlanda- sino que puede ser una línea de crédito preventiva, que contempla condiciones y procedimiento más laxos.

Esta es la opción que podría sopesar el Ejecutivo español, si bien la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió ayer varias veces en que una decisión de este tipo no puede tomarse "ni a bote pronto ni de la noche a la mañana".

"Es el momento de que todos seamos muy prudentes", ha dicho la vicepresidenta, que ha añadido que cuando se toman decisiones que afectan al futuro de 45 millones de españoles "se tienen que tener todos los elemento de juicio sobre la mesa".