Los científicos del CERN lograron ayer hacer colisionar haces de protones a 7 TeV (teraelectronvoltios), una energía sin precedentes en un acelerador de partículas, recreando una situación similar a un mini Big Bang, el instante de la creación del Universo, para buscar respuestas a las grandes incógnitas de la física moderna.
Con este experimento, registrado a las 13.06 hora local (11.06 gmt) en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de 27 kilómetros de circunferencia situado a 100 metros de profundidad bajo la frontera suizo-francesa, se marca el inicio del programa de investigaciones de esta potente máquina.
Los choques de protones alcanzados a una energía tres veces y medio mayor que la lograda en otros aceleradores permitirán a la comunidad científica mundial obtener una ingente cantidad de informaciones y respuestas a los enigmas del Universo y la materia, según argumentan los expertos.
Tras dos intentos fallidos ayer en los que los haces de protones inyectados en el acelerador no lograron colisionar, los cuatro detectores gigantes, -Atlas, Alice, CMA y LHCb, repartidos en distintos puntos de la circunferencia gigante- fueron registrando los choques.
El director general de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), Rolf Heuer, expresó su gran alegría y excitación por lo que calificó de "principio de una nueva era para la física moderna", en declaraciones transmitidas por videoconferencia desde Japón, donde se encuentra de visita.
"Con esta experiencia se abre una ventana para obtener nuevos conocimientos del Universo y del microcosmos, aunque esto no será inmediato", señaló el director general.
En opinión de Heuer, las posibilidades que ofrece ahora el acelerador son tales que, en los dos años que se planea mantener este programa a 7 TeV, "podremos obtener datos sobre la composición de cerca de una cuarta parte del Universo", mientras que actualmente la física sólo conoce el 4 por ciento de éste.
La alegría de los científicos en las salas de control de los cuatro detectores era palpable. "Es impresionante que el detector pueda ver las colisiones, pero también mostrarlas en cuestión de segundos", dijo a Efe el español Juan Alcaraz, investigador del CIMAT (Centro para la Investigación Interdisciplinaria Avanzada en Ciencias de los Materiales), y uno de los coordinadores del detector CMS.
"Sabíamos que podía registrarlo, pero verlo es magnífico. Ahora lo que nos preocupa es que la máquina funcione correctamente y eso lo veremos en los próximos días", añadió, al explicar que ahora comenzará la recogida de datos e informaciones proporcionadas por el mini Big Bang recreado con los choques de partículas.
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