Isabel Benjumea, eurodiputada del PP y miembro de la Delegación para el Reino Unido, explica a 20minutos que después de un brexit "muy traumático" ahora mismo hay "una voluntad de volver a construir puentes principalmente porque hay muchísimos temas en los que la cooperación es absolutamente necesaria". Esos asuntos van desde los transportes de mercancías, la circulación de personas o la educación, enumera la eurodiputada. "La lista sería infinita". Eso es "una buena noticia" porque además este mes de febrero habrá "por fin" una cumbre UE-Reino Unido.
Benjumea reconoce que después de cinco años las partes "han aceptado que el brexit es una realidad" aunque "todo se ha sufrido más" en Londres. Eso sí, la eurodiputada da una relevancia fundamental en la relaciones a choques ocurridos a nivel mundial como la pandemia o la guerra en Ucrania. "Se han puesto otras prioridades en la agenda de la Unión y por eso se ha retrasado que se puedan alcanzar acuerdos con el Reino Unido sobre aspectos vitales", como por ejemplo Gibraltar. "Creo que es una pérdida grande", sostiene, pero la UE "se ha centrado en ocuparse de sus Estados miembros y en dar soluciones y reaccionar" a la invasión rusa y a otros acontecimientos. Con todo, Benjumea no cree que el Reino Unido vuelva a la Unión y no cree que sea "por falta de voluntad de muchos de los ciudadanos", muchos de los cuales se vieron influidos por "campañas de desinformación". Ahora hay que dejar claro que "salir tiene unas consecuencias" y si se quiere volver a entrar "no se puede volver con los privilegios anteriores".
Por su parte, Daniel Gil, analista en The Political Room especializado en Unión Europea, sostiene que "es evidente que las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea han mejorado en los últimos tiempos, especialmente tras la llegada de los laboristas". Con el tema de la salida de la UE, dice, el Partido Conservador "se metió en un callejón sin salida, ya que se acabaron convirtiendo en el partido del brexit, pero al mismo tiempo el brexit no estaba dando los resultados que ellos mismos prometían. Por lo que decidieron solventar esta contradicción estratégica con una estrategia de huida hacia adelante".
Eso con la llegada de los laboristas ha cambiado, expresa Gil. "La realidad de que tanto Reino Unido como la Unión Europea son economías demasiado grandes para estar de espaldas a la otra", puesto que son países -o un bloque en el caso de la Unión- que tienen intereses convergentes en prácticamente todos los escenarios, "en términos de política exterior, comercial y económica, y por tanto no tenía mucho sentido deteriorar las relaciones" hasta el punto que se hizo. Ese vínculo, en los primeros años tras el referéndum y hasta la salida, quedó "destrozado" en palabras del analista.
No obstante, Gil no hace tantas conjeturas a la hora de hablar de si la UE ha salido beneficiada del brexit después de cinco años. "Creo que realmente es ya ciencia ficción preguntarse qué hubiera pasado si Reino Unido se hubiera quedado, pero lo cierto es que las condiciones que puso Reino Unido para quedarse y que la Unión Europea aceptó hubieran llegado a un punto de transformar a la Unión Europea hacia un ente puramente intergubernamental", desarrolla, en una profundidad superior a la actual. "Estamos viendo cómo ahora precisamente el consenso y el contexto geopolítico refuerzan la idea de que es la mayor integración el camino de alguna manera hacia la federalización, lo que hace que la Unión Europea pueda ser un actor relevante en términos de políticas exteriores, económicos, en un contexto cada vez más complejo de competencia entre Estados Unidos y China", termina.
Es ya ciencia ficción preguntarse qué hubiera pasado si Reino Unido se hubiera quedado
Del brexit ha pasado tiempo, y aquellas conversaciones pasaron por diferentes etapas... pero no se ha olvidado. "Sigue siendo un tema candente, subrayando la verdad de que es un proceso, no un evento, y que, por mucho que el Reino Unido desee, no puede ignorar a su mayor socio comercial a la vuelta de la esquina", resumen varios expertos de la consultora UK in a changing Europe en un informe publicado este martes. En él, reconocen que no hay "vuelta atrás" y que Reino Unido no volverá al bloque. "Ahora los acuerdos se darán a pequeña escala", explican en el documento.
Los expertos, en ese análisis, avisan: "El deseo del Gobierno de Starmer de revisar el acuerdo de Johnson demuestra que las relaciones entre el Reino Unido y la UE aún no han alcanzado un equilibrio estable. Lejos de eso, la relación está marcada por una multitud de factores en constante cambio: puntos de conflicto continuos, renegociaciones programadas de elementos del TCA, el propio reajuste y, por supuesto, la gestión de las interacciones cotidianas. Lograr estabilidad será difícil", y ponen de ejemplo para el futuro el acuerdo que ahora mismo tiene la UE con Suiza. Las relaciones entre un país tercero y la Unión "están siempre bajo discusión".
"El regreso al mercado único, la unión aduanera y la libertad de movimiento están descartados", apunta uno de los autores, que recuerda que cualquier acuerdo ahora mismo, se alcance cuando se alcance, no será profundo. Como parte positiva, rememoran, está el hecho de que esos pactos 'menores' se pueden negociar sin presión, algo que no sucedió en los años posteriores al referéndum. Cabe recordar que por ejemplo Theresa May tuvo que dimitir por no poder aprobar en el Parlamento el acuerdo alcanzado con Bruselas. Boris Jonhson sí logró dar el paso definitivo.
En Bruselas, en cambio, hay menos profundidad a la hora de tratar el asunto. "Pertenece a otra época", asumen de manera breve fuentes comunitarias consultadas por este medio, que ya reconocen que se ha llegado a un punto en el que se habla y se trata con el Reino Unido "como un tercer país". Además, no entran siquiera a valorar un posible regreso y lo tildan de "debate vacío" en estos momentos. Eso sí, la UE considera a Londres un aliado fuerte, tanto en el marco de la OTAN como a la hora de compartir "intereses y valores en el escenario global".
Muy atrás queda el 2016, aquel referéndum, casi tanto como ese 2020 que cambió la vida de todo el mundo con la pandemia, pero que había empezado con la confirmación de algo sin precedentes: un país abandonando la UE. Fueron años de reproches, de negociaciones hasta la madrugada, de intercambio de mensajes, de relatos vacíos, de un 27 contra uno que acabó con un resultado que no era el que Londres esperaba, pero también con un shock para la Unión, que se tuvo que adaptar a la nueva realidad. Ahora, cinco años después, todos reconocen que el camino ya empieza a ser el de la normalidad.
1 comentario
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... queda claro que los propios británicos han acabado por darse cuenta del ERROR que supuso el Brexit, y del engaño en los que les sumió el conglomerado vocero antieuropeísta de la derechona conservadora... ahora se arrepienten, pero no debemos hacer lo de pelillos a la mar y fuera penitas que aquí no ha pasado nada... ellos se fueron y que sena ellos los que lo sufran... no pueden pretender ahora hacer como si nada, e intentar condicionar a la unión con acuerdos ventajosos que lo dejen todo como era antes, privilegios sin contrapartidas... eso no...