La urbanización de L’Argentina es una de las muchas afectadas y todavía a la espera de contar con una red de saneamiento | Gemma Andreu

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Esta semana se conocía la puesta en marcha de los trámites para sacar adelante el proyecto del ansiado alcantarillado de las urbanizaciones de Calescoves y Son Vitamina, en Alaior, en lo que acontece toda una novedad. Y es que desde que en los núcleos de Llucmaçanes en Maó y Sínia Riera en Es Castell se completase la red de saneamiento en 2021, no consta que se haya producido ninguna otra conexión. Tampoco hay obras en marcha. Poco o nada han avanzado los proyectos que tenían iniciados los diferentes municipios, bien sea por alguna demora en la tramitación o por la intención de hacerse con una mayor partida de recursos externos, como fondos europeos, que faciliten la financiación de las obras.

Una lista extensa

En el caso de Alaior, el proyecto de L’Argentina parecía ser una realidad a mediados del año 2021. No obstante, la situación se ha encallado hasta tal punto que las obras, prácticamente finalizadas, no se retomarán hasta que las recién anunciadas de Calescoves y Son Vitamina se den por terminadas.

En lo que se refiere a Maó, Cala Llonga, que era el núcleo más avanzado en esta materia, continúa estancado en el mismo punto. Con el suelo urbano ya ejecutado, aún está pendiente de conectarse a la depuradora. Canutells ha actualizado recientemente los precios del proyecto redactado en 2017 y desde el Ayuntamiento ven posible financiar las obras en suelo urbano con los fondos de la ecotasa. Estos dos planes son competencia directa de Abaqua (Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental), igual que el de Binixíquer, también redactado en 2017 y a la espera de actualizar su presupuesto en el momento en que haya posibilidades de financiación. El de Sa Mesquida y Es Murtar, y el de Sant Antoni, redactado hace ya 18 años, más de lo mismo.

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En Sant Lluís, de momento, los esfuerzos se centran en obtener financiación para iniciar la mejora de infraestructuras de Binissafúller Roters, proyecto que se ha visto envuelto en controversias tanto por las diferencias con algunos vecinos como por haber dejado de poder contar con una ayuda de fondos europeos de 750.000 euros. Se da la circunstancia de que el municipio del levante aglutina una gran cantidad de núcleos sin saneamiento (Cap d’en Font, Binissafúller Platja,    Binibèquer Nou-S’Atalaia, Pou Nou y S’Ullestrar). El concejal Alberto Herrán recuerda que solo se pueden dar en estas zonas «licencias de reforma, ampliación y piscinas» en viviendas existentes.

A principios de año, en Es Castell se dieron pasos tanto en los proyectos de Cala Sant Esteve como Trebalúger. El primero, con un presupuesto actualizado de 2 millones de euros, tan solo estaba pendiente de un último informe. En enero,  el alcalde Lluís Camps preveía sacarlo a licitación entre  febrero y marzo, aunque apenas un mes después cambiaba los plazos y los fijaba para finales de mayo o  el mes de junio. En cuanto al segundo proyecto de Trebalúger, este está valorado en 11 millones de euros, por lo que se le considera como uno de los más ambiciosos del presente mandato. Desde el Consistorio esperaban que se aprobara de manera inicial en marzo, pero lo cierto es que no se sabe nada nuevo recientemente ni de la red de alcantarillado de Sant Esteve ni de la de la urbanización de Trebalúger.

Por su parte, Es Mercadal cuenta con dos proyectos que requieren una fuerte inversión. Por un lado, Punta Grossa I, valorado el año pasado en 2,2 millones y con partida en los presupuestos de 2024, y por otro, Na Macaret, cuyo presupuesto ya se incrementó en un millón de euros al pasar de los 4,5 millones de euros en 2021 a los 5,5 millones de euros en 2023. Así pues, continúan aguardando, ya que necesitan que Europa aporte una gran partida para activarlos.

En Ciutadella, lo último que se conoce sobre el alcantarillado de Cala Morell es que se prevé un considerable encarecimiento de su ejecución. La parte de Santandria que carece de estas infraestructuras está vinculada a un próximo desarrollo y sobre la pequeña calle General Morera, después de muchos trámites y vueltas con el proyecto, se está ultimando la licitación de las obras por un importe que ronda los 100.000 euros. Se ha presentado una empresa.

El apunte

Una acción clave para levantar el bloqueo de licencias

A mediados de 2016, el Govern dio un ultimátum a los núcleos residenciales sin dotación de saneamiento: o se instalaba el alcantarillado y se conectaba a la depuradora correspondiente en seis años o se suspendía la concesión de licencias de obra nueva que marca la normativa en estos casos.

Según los plazos que marca la Ley de Urbanismo, todos los proyectos deberían estar acabados en agosto de 2021 y funcionando al año siguiente. Pero la mayoría de ellos no superaron la criba realizada en 2019 , momento en el que las obras debían estar ya licitadas y adjudicadas.

Ocho años después de que el Govern exigiese este requisito indispensable, tan solo un par de urbanizaciones han culminado el proceso de manera satisfactoria. Por tanto, la situación es la misma que hace tres años.