Dejó dicho Josep Tarradellas, el Muy Honorable Presidente de la Generalitat, que en política lo que no se podía hacer era el ridículo. Y eso es exactamente lo que le está pasando a Pedro Sánchez a cuenta de sus socios independentistas catalanes. Mientras el Presidente Sánchez, sus ministros, dirigentes del PSOE y demás coros repiten que la ley de amnistía servirá para normalizar la convivencia en Cataluña y poner punto final a lo que llaman «conflicto», sus socios de Junts y el resto del independentismo catalán se empeñan en llevarle la contraria. Porque ya me dirán en qué lugar queda Pedro Sánchez cuando en el Parlamento de Cataluña se presenta, con una argucia, una iniciativa para que se declare la independencia de esta comunidad autónoma.
La columna
Maltrato y ridículo
24/02/24 4:00
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