La primera guerra mundial, de la que ya se cumplió un siglo largo, estalló sin más ni más porque tras el asesinato en 1914 del archiduque austrohúngaro Francisco Fernando en Sarajevo por el joven nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip, varios notables dirigentes europeos se asustaron, y como no se fiaban un pelo de los unos de los otros, temieron que aprovechasen la ocasión para atacarles. Se acobardaron, gritaron a las armas, y se lio la que se lio. Actualmente, el Estado de Israel, todavía traumatizado por el Holocausto y por el pánico de ser aniquilados, lleva ya unos 30.000 muertos en Gaza, niños y mujeres en su mayoría, además de la destrucción total de la franja. Por cobardía, que no les permite aceptar un Estado palestino en su vecindad.
Oraciones
Infierno de cobardes
07/02/24 4:00
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