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El 16 de enero, en la víspera de San Antonio, se celebró en el Salón Gótico del Ayuntamiento de Ciutadella el acto solemne de conmemoración de la Diada del Poble de Menorca.

Fue presidido por la alcaldesa, Juana Mari Pons Torres y la corporación en pleno y, como es tradicional, la centralidad de tal conmemoración viene marcada por la conferencia que pronuncia un ilustre orador u oradora al efecto. Pues bien, este año tuvo el honor de poner brillantez al acto institucional de Ciutadella el periodista y editor del diario «Menorca», Josep Pons Fraga, «genio y figura» donde los haya.

Cuál no fue para mí la gran sorpresa, y me consta que para la mayoría de asistentes, que el conferenciante, saltándose todo tipo de convencionalismos al uso, no se acomodó en abrazar lo políticamente correcto, y se adentró en una valoración crítica de las crónicas de los hechos de armas que supuso la conquista de Menorca por el Rey Alfonso III.

Al mismo tiempo, aprovechó tal circunstancia para entrelazar su    relato de los hechos históricos con la irrupción de la Inteligencia Artificial, auténtica revolución en este nuevo siglo; eso sí, no exento de polémica y amenaza si se hace mal uso de ella para deshumanizar la esencia del ser humano; tanto desde el punto de vista de la razón y la reflexión como del pensamiento autónomo de los individuos.

Los puntos básicos de la conferencia de Josep Pons Fraga fueron, según mi particular percepción, los siguientes:

1. Empieza diciendo: «Commemoram avui sa Conquesta de 1287 com una fita cabdal per a sa història de sa nostra Illa, com un fet de pau, de cultura i d’identitat per als menorquins, amb sessions institucionals com la que ens reuneix ara i aquí, a l’Ajuntament de Ciutadella…».

2. La conferencia pronunciada tiene por título: «La Crònica de la Conquesta de Menorca en el temps de la Intel·ligència Artificial». A tal efecto se pregunta Pons Fraga «¿respon la crònica del 17 de gener al relat dels guanyadors, les tropes encapçalades pel rei Alfons III d’Aragó, anomenat el Liberal o el Franc, amb els nobles, súbdits i almogàvers que hi van participar? ¿O és la narració dels vençuts, els menorquins d’Abu Omar Hakam ben Said, aquell home d’estat i poeta que va ser el darrer almoixerif i rais de la Menûrqa musulmana?

3. Acto seguido se adentra en el hecho histórico de tal efemérides y nos dice: «Els esdeveniments bèl·lics de 1287 van incorporar Menorca a la Corona d’Aragó i a la Cristiandat, a la cultura cristiana; és cert, però, a la vegada, van desencadenar una cruel invasió, amb sang i víctimes. Va ser una acció de guerra que arrasà i provocà la desaparició de la societat, la cultura i la religió musulmanes en aquesta terra. Els conqueridors van optar per una destrucció total de la Menorca islàmica amb una neteja ètnica cruel i exterminadora...».

4. Sin renunciar al análisis crítico, Pons Fraga se pregunta y nos interpela con este comentario: «Amb la perspectiva del 2024, ¿quina va ser la generositat d’Alfons III amb la població àrab de Menorca, amb un futur sense futur, quan ja no tenien altra alternativa a la seva mort que la deportació i l’esclavitud, tots aquells qui no podien comprar ni pagar la seva llibertat? Què commemoram, idò, avui? Un genocidi, la desaparició de la Menorca que l’escriptor Josep Piera va definir com ‘la Granada enmig de la mar’? O el naixement d’una altra Illa, de la que avui en formem part?...».

5. El conferenciante nos aporta luz a tales cuestiones cuando afirma: «La història no la canviarem, ja no la podem canviar. Perquè les coses són com són, pròpies de cada època...» Y afirma: «La història de Menorca no es va aturar el 1287..., hi ha hagut molts altres fets i aconteixements que, durant 737 anys han vertebrat i configurat la nostra identitat pròpia»

Pasaré por alto la descripción de la crónica de los hechos ocurridos hace ahora 737 años, que fueron descritos de forma amena por el conferenciante, con referencias continuas a crónicas de toda las épocas hasta llegar a nuestros días.

Es precisamente por esta descripción e interpretación, que hacen diferentes historiadores, periodistas y filósofos del hecho de la conquista de Menorca, que Josep Pons Fraga enlaza con lo que sería el relato a día de hoy si lo hiciera la Inteligencia Artificial. En este sentido se pregunta: «Si aquell fet d’armes que var succeir fa 737 anys es produís avui. I en lloc de gener de 1287, fos el gener de 2024, aquest mes de gener, qui escriuria el relat, quina narració ens arribaria?Com ho viuríem en aquests temps líquids d’Internet, de wassaps i altres xarxes socials, d’IPhones, de ChatGPT i d’intel·ligència artificial?».

Y el mismo responde: «Avui viuríem la invasió i destrucció de la Menorca musulmana per les tropes de la Corona d’Aragó en temps real, amb milers d’imatges... La Conquesta menorquina del 2024 seria emesa en directe a tot el món..., Minut a minut, hora a hora».

Y yo añado que, hoy el Rey Alfonso III sería llevado ante los tribunales internacionales de derechos humanos, acusado de crímenes «contra la humanidad y genocidio». No lo duden.

Destacar también que Josep Pons Fraga termina su intervención alertándonos de los peligros que supone hoy el mal uso de la Inteligencia Artificial para conocer la historia y no realizar el trabajo de investigación y comprobación de la realidad por nosotros mismos.

A tal efecto, son muy interesantes las reflexiones que me hace el Catedrático Emérito, en Inteligencia Artificial y Ciencias de la Computación, el Doctor Llorenç Huguet Rotger, a la sazón mi hermano, cuando me comenta: «Es indudable que el sector de la inteligencia artificial ha experimentado un boom y su evolución es tan exponencial como lo ha sido la irrupción del ChatGPT…».

Y añade el doctor Huguet: «No digo nada nuevo si afirmo que la inteligencia artificial está presente en nuestra vida cotidiana, en asistentes virtuales, casas inteligentes, chatbots o redes sociales y en la mayoría de los ámbitos: sanitario, educativo, empresarial, económico y cultural».

Está claro pues que la Inteligencia artificial no solo ha venido para quedarse sino que su evolución y su revolución a día de hoy es imparable. Si bien, y continuando con mi particular conversación con el doctor Huguet, este me hace la siguiente observación: «La inteligencia es, en un sentido amplio, la facultad o capacidad de las personas para comprender el mundo y tomar conciencia de ello, para resolver situaciones nuevas, comprendiendo la facultad del conocimiento».

Y subraya: «Por el contrario, la inteligencia artificial estriba en la capacidad de las máquinas paraimitarel comportamiento humano… (con razón cuestionada por Josep)…, convirtiéndose en una de las tecnologías más fascinantes, por los beneficios de su aplicación y de sus riesgos, que hay que conocer para minimizarlos».

No obstante ello, y para finalizar, mi hermano se pregunta: «¿Veremos máquinas que sean capaces de adaptarse y superar al hombre? ¿Cómo se garantizará que las máquinas no vayan contra los humanos? ¿Quién es el responsable si algo sale mal?... preguntas sin respuesta pero que preocupan a los poderes públicos y por ello prometen regulaciones, tanto la UE como el G7».

Termino este comentario con dos reflexiones que me aporta el catedrático Huguet. La primera pertenece a Albert Einstein (1879-1955), y dice: «Me da miedo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. Ese día, el mundo solo tendrá una generación de idiotas». Quizás una predicción con doble cara; de la tecnología, una intimidadora y, por contra, otra valiosa para mejorar nuestras vidas. La segunda es de Stephen Hawking (1942-2018) y dice: «La inteligencia artificial podría ser la peor cosa que le haya sucedido a la humanidad, o la mejor, según como la maneje». Quizás una advertencia sobre que, en lugar de temer al futuro, podemos trabajar para asegurarnos que la tecnología se utilice de manera responsable y beneficiosa para todos.

Nada más que añadir, Josep Pons Fraga nos sorprendió con su relato de la conquista de Menorca.