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Barcas hundidas, playas sin arena, mobiliario roto, suciedad por doquier... Estos son algunos de las evidencias que restan el día después del temporal a lo largo del litoral menorquín. El viento, que llegó a superar rachas de más de 100 kilómetros por hora, propició destrozos en muchos puntos de la Isla y el día después toca la penosa tarea de recoger escombros y contabilizar las pérdidas.

Una de las zonas que se ha visto más afectada ha sido la urbanización de Es Grau donde tres barcas han tenido que ser rescatadas cuando estaban parcialmente hundidas. El viento y las olas provocaron que fueran a la deriva hasta que dos de ellas se llenaron de agua y se hundieron mientras que la tercera se fue hacia la playa donde quedó varada.

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Otro punto afectado es la pasarela que une el parking con el arenal, que ha quedado afectado, así como el acceso a la playa que está lleno de algas y demás restos.

El temporal se ha cobrado, además 'otras víctimas' ya que en Cala Corb, en Es Castell, se hundió una barca, igual que en la Cala Sant Esteve, también en Es Castell, donde este miércoles se veía los efectos del mal tiempo. Una de las barcas que fondean durante todo el año se ha hundido parcialmente.