Temporal de viento en Platges de Fornells (III) | Xavier Pons Cladera

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La alerta roja meteorológica sumió ayer a Menorca en un intenso temporal de tramontana que provocó más de medio centenar de incidencias que movilizaron durante todo el día a los efectivos de seguridad. Al menos 25 árboles se desplomaron sobre la vía pública en ciudades y urbanizaciones o tuvieron que ser parcialmente cortados por las brigadas de bomberos para evitar que pudieran causar daños indeseados.

Las rachas de viento, con medias de 70 kilómetros por hora pero que superaron los 100 a última hora de la tarde, y el intenso oleaje, que por vez primera rozó los ocho metros en el puerto de Maó, dejaron la Isla incomunicada por mar, provocaron cortes de luz y multiplicaron las actuaciones preventivas.

Ni los parques de bomberos ni la brigada forestal del Ibanat se habían reforzado de antemano, pero fueron movilizando a cuantos colaboradores precisaron a lo largo del día para poder restablecer la normalidad en calles y carreteras. Especialmente las que conducen a Fornells desde Maó, al aeropuerto y el tramo de Es Pla Verd de la 'general' entre Ferreries y Ciutadella, que a las once, las tres y las seis de la tarde, respectivamente, vieron como caían sendos árboles sobre uno de los carriles, lo que obligó a la Policía y la Guardia Civil a regular el tráfico a la espera de su retirada.

En Maó también cedieron el árbol de Navidad montado en la plaza Constitució y otros en las calles Capifort y Francesc Femenias. Además, tuvieron que asegurarse o cortarse ramas que amenazaban peligro en las plazas Eivissa y del Toro, Ses Moreres, el Passatge Felanitx y la Costa de ses Piques. También cayeron cables y antenas en Els Vergers y las calles Mallorca y Ciutadella, y se derrumbó parte de una pared cerca del colegio Virgen del Carmen, así como un tejado de uralita en Abu Umar y un colchón.

En Ciutadella se detectaron al menos tres árboles caídos sobre otros tantos chalés de Cala Morell, Cala Blanca y Son Carrió y hubo que actuar con urgencia para evitar la caída de otros dos frente a la gasolinera situada junto a la Rotonda des Cavall. Las raíces de uno de ellos llegaron a levantar las baldosas de la acera. Además de numerosos contenedores y señales, y de uno de los mástiles del exterior del polideportivo, también hubo que asegurar antenas y persianas.

Pero uno de los incidentes más destacados se registró en Sant Lluís, donde cedió el techo de una empresa náutica del polígono, al igual que tres árboles en Binibeca y s'Algar y diverso cableado telefónico. Otros cuatro árboles se vinieron abajo en Es Mercadal (en Addaia, Coves Noves y el Camí de Sa Roca), uno en Alaior (calle Comerç) y dos cipreses tuvieron que ser cortados en Ferreries como medida de prevención.

A diferencia de alertas precedentes que afectaban a la totalidad del archipiélago, el 112 no difundió en esta ocasión ningún comunicado previo avisando a la población menorquina de los peligros del temporal que se avecinaba. No fue hasta poco después de las tres y media de la tarde cuando, acompañando un primer balance genérico de incidencias, explicitó los consejos de autoprotección al uso: asegurar la casa, retirar cualquier elemento de la vivienda que pueda precipitarse a la calle, no pasear por parques arbolados y alejarse de muros de piedra y vallas publicitarias.

En alerta hasta las doce

Este miércoles seguirá la alerta hasta el mediodía, pero de menor rango, por olas de 4 a 7 metros y vientos de hasta 80 kilómetros por hora. Las temperaturas subirán de forma apreciable hasta marcar registros parecidos a los del lunes, con máximas de 15 grados y mínimas de 10.