El circuito deportivo estuvo ayer cerrado al público por mala mar | Gemma Andreu

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El primer parque acuático hinchable de la Isla ya está operativo. La empresa adjudicataria de la estructura, Glide Sports S.L., montó la instalación a finales de esta semana en la playa de Son Bou y ante una numerosa expectación por las dimensiones del mismo.

El circuito tiene en torno a 800 metros cuadrados de superficie (1.200 metros si se toma como referencia el perímetro delimitado con las boyas de protección) y cuenta con varios módulos flotantes conectados y con capacidad para 60 personas. Esta estructura fue anclada por submarinistas especializados para su correcta sujeción.

Suscitó tanto interés que el viernes, primer día de plena actividad, logró divertir a más de 200 usuarios.

La estructura se ha ubicado a 150 metros de distancia de la costa y con una profundidad de dos metros, por motivos de seguridad.

La puesta en marcha de esta atracción turística llega con retraso. Tal como señala la alcaldesa, Misericordia Sugrañes, la empresa adjudicataria del servicio renunció al concurso «por motivos que desconocemos». Es por ello que el Ayuntamiento tuvo que volver a sacar el expediente de contratación. Glide Sports S.L. será, así, la encargada de explotar la instalación durante cuatro años por un importe anual de 21.500 euros.

Se trata de una empresa con algo más de un año de recorrido y con sede social en Barcelona. Bajo el nombre comercial de Maraventura, explota a día de hoy siete parques acuáticos en la zona del Mediterráneo, además del recién montado en Son Bou y que, a su vez, es el primero en inflarse en la Isla.