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Argentina decide este domingo entre el agua y el aceite. El país va a la primera vuelta de unas elecciones que, todo parece indicar, se van a decidir en la segunda entre dos candidatos opuestos: Javier Milei y Sergio Massa. El primero, un economista libertario y radical que quiere romper con la política tradicional de las últimas décadas. El segundo, la opción de un peronismo dividido pero que, en realidad, es el único capaz de competirle los comicios a quien se erige como la alternativa. La economía, la seguridad o el papel del Estado están en juego, así como el papel del país en la escena internacional.

El politólogo Jaime Bordel explica a 20minutos que hay que ser cauto con lo de la época de apoyo creciente a la izquierda en América Latina. "Es decir, aunque es cierto que hay una mayoría de gobiernos progresistas no estamos en una ola como la de la década ganada. Hay también un cierto momento destituyente, en la mayoría de países ha ganado una fuerza opositora, las mayorías no son tan claras como antaño (casi todos los congresos en contra) y hay también un cierto auge de distintos tipos de derechas radicales (Chile, Argentina, El Salvador)", resume para poner en contexto la situación de Argentina.

Borden encaja ahí la irrupción de Javier Milei. "El fenómeno Milei se da en un momento de incertidumbre en Latinoamérica, donde hay un aumento de la inseguridad en muchos países y donde la mayoría no se han recuperado bien de la pandemia", sostiene el politólogo, quien asegura además que hay que tener en cuenta que la coyuntura de Argentina "es muy particular".

¿Cuál es ese escenario? El de un país "que vive una crisis que se puede equiparar perfectamente la del 2001 y donde las dos opciones políticas que han dominado el panorama, los dos lados de la grieta como dicen ellos, han fracasado" a la hora de gestionar problemas como la hiperinflación o la inseguridad. "Ahí es donde irrumpe Milei como alternativa", matiza Bordel. En el otro lado, sostiene, "el peronismo llega en un momento de mucho desprestigio acumulado, pero creo que si alguien puede competirle la elección son ellos".

Sobre el posible resultado final, que dependerá de una segunda vuelta, Bordel concluye que dependerá de varios factores. "Diría que se va a decidir en función de si el peronismo consigue articular un frente democrático antiMilei" en esta segunda vuelta. En este sentido, puede ser decisivo que haya "una alta participación de la gente que no le gusta Milei", porque los que les gusta el libertario "no se van a quedar en casa ninguno", termina.

Los candidatos más importantes

Javier Milei parte como favorito. Es un outsider que engloba la posibilidad más radical y rupturista con lo que ha sido Argentina hasta ahora; es, de hecho, un candidato libertario -es economista de carrera y ha participado como tertuliano en numerosos programas- y que apuesta por reducir al mínimo la capacidad del Estado. "Existe la corrupción porque existe el Estado", ha llegado a decir en algunas entrevistas. De hecho, representa la misma cuerda que otras personalidades recientes de la política como Donald Trump o Jair Bolsonaro, a los que considera unos referentes.

Milei quiere, de hecho, dar un vuelco al tema fundamental para el país: la economía. Su giro se basa en la dolarización y por ejemplo también en la incorporación de capital privado para acabar con la inflación y con la elevadísima deuda pública del país. En general, quiere que su Gobierno conste solo de ocho ministerios: Economía, Relaciones Exteriores, Infraestructura, Capital Humano, Defensa, Seguridad Interior, Justicia e Interior.

Los hechos demostraron que si los argentinos de bien no nos metemos en política, van a seguir arruinándonos la vida

Las encuestas le sitúan en un 38% para una hipotética segunda vuelta, casi en igualdad de condiciones con la opción peronista. Su discurso se apoya en el populismo más claro, y cuenta con un importante respaldo, como se vio en sus últimos actos en Buenos Aires. Promete, en conclusión, "curar todos los males de Argentina". Y en eso sigue basando su discurso en los últimos pasos de campaña: "La política nunca fue mi vocación. Hace unos años no consideraba la posibilidad de tener que meterme en este barro. Pero los hechos demostraron que si los argentinos de bien no nos metemos en política, van a seguir arruinándonos la vida", resumió, calificando de "ladrones" a los políticos tradicionales.

"Quiero que ustedes sean los arquitectos de su propio destino. No nos resignemos a que nada cambie. No nos resignemos a que nuestros hijos se tengan que ir de nuestra patria", culminó desde la capital del país, al tiempo que elevó el tono antes de lanzar su llamada final al voto: "Son las elecciones más importantes de los últimos cien años". Su lema estrella le acompaña en todas las intervenciones que tiene: "¡Viva la libertad, carajo!".

En la carrera, quien puede igualarle es Sergio Massa. El candidato del peronismo mantiene más o menos el mismo porcentaje que Milei en los sondeos, y es la posibilidad continuista respecto al actual presidente, Alberto Fernández. Incluso pese a que el movimiento peronista -o kischnerista- se encuentra en crisis y, de hecho, Cristina Fernández (actual vicepresidenta) no apoya a Massa y no ha participado en su campaña pese a haberle tenido en su momento como jefe de gabinete. Massa es fundador y líder del Frente Renovador, que busca dar una nueva cara a la izquierda argentina, y puede hacerlo con casi todo en contra.

Nombrado 'superministro' de Economía (tras absorber tres carteras bajo una sola) en julio de 2022, este abogado de 51 años, astuto, caracterizado por su gran ambición política y pragmatismo, está considerado el presidente en la sombra de estos últimos meses del Gobierno de Alberto Fernández y es bien visto por el establishment y los círculos financieros de Estados Unidos. Massa también fue presidente de la Cámara de Diputados antes de asumir la cartera de Economía y se lanzó como candidato presidencial en 2015, cuando terminó tercero, por detrás de Mauricio Macri y Daniel Scioli (aspirante del peronismo oficialista).

El acuerdo con China

En sus últimos días de campaña se ha centrado precisamente también en la economía y apuesta por la ampliación del acuerdo 'swap' entre Argentina y China. Es "importante" por las importaciones y el fortalecimiento de reservas, aseguró el candidato. "Es muy importante para acelerar el flujo de importaciones, fortalecer reservas, y fundamental para pagar vencimientos como hiciéramos con el FMI", escribió en redes sociales. Argentina se sumó en 2022 a las Nuevas Rutas, oficializó su adhesión en junio pasado y trabaja ahora con China en un plan "más detallado" con un "ambicioso catálogo de obras", cuyo objetivo es "una mejora sustancial de las infraestructuras" del país suramericano.

La tercera en discordia es Patricia Bullrich, que representa la opción de la derecha tradicional, con referentes como el expresidente Mauricio Macri. Juntos por el Cambio fue la segunda formación política más votada en las primarias del pasado 13 de agosto, con un 28 %, en las que esta politóloga de 67 años superó al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para aspirar por primera vez a la Presidencia con ideas como el recorte en el gasto público, la firmeza contra el crimen y la lucha contra las huelgas y los piquetes callejeros.

Bullrich fue ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos (2000-2001) y de Seguridad Social (octubre-noviembre 2001) en el Gobierno del radical Fernando de la Rúa; y de Seguridad en el de Macri (2015-2019), tiempo en el que impuso -como ahora propugna- mano dura para acabar con la delincuencia e, incluso, llegó a decir que quien "quiera estar armado, que ande armado".

Peronista en su juventud -incluso integró un cuerpo juvenil bajo el paraguas de la guerrilla de los Montoneros-, La Piba o Pato, como se la conoce, vivió en Brasil y España al comienzo de la dictadura militar y regresó en los estertores del régimen, antes de abandonar las filas del peronismo a finales de los años noventa. Como el resto de candidatos, pone el foco en la solución de los problemas económicos del país, y usa como referente la legislatura de Macri, vista por muchos como uno de los grandes momentos para las cuentas de Argentina.

El país afronta unas elecciones decisivas y el tema clave sigue siendo el mismo de los últimos años, una situación económica endeble y una crisis perenne de la que, para salir, los argentinos tienen que elegir entre dos polos opuestos: Javier Milei o Sergio Massa. Derecha radical o peronismo. No parece haber más opciones para una Argentina que busca una legislatura entre el cambio total o el continuismo.