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Reconociendo el mérito personal de D. Josep Maria Quintana y Petrus, al que hace casi 20 años, cuando la lucha de Iniciativa Cívica Mahonesa (ICM) por la dignidad de nuestra ciudad,    tildé como «el único catalán nacido en Alaior», me permito unas breves reflexiones y aseveraciones sobre su designación como nuevo presidente del denominado Consejo Científico del IME.   

Debo de admitir que el Sr. Quintana merece mi respeto no por haber sido vecino mío de Punta Prima pero sí por haber mantenido incólumes sus creencias catalanistas desde los tiempos pre-constitucionales de aquellas fiestas de Mahón en las que armó la gorda con sus cómplices comunistas de la época. Sí, fueron los tiempos de aquella soflama ‘nozotro lo menorquine’ lanzada desde el gallinero de aquel teatro Principal asombrado al escuchar el novedoso acento menorquín. A Quintana le considero un hombre de principios y eso ya me gusta. Pasan los años y no rectifica, lo que considero un mérito porque nunca he soportado a los giracasaques que opinan según convenga a sus intereses del momento. Quintana no es de esos sino un fiel seguidor del nacionalismo catalanista que le inyectaron en vena allá en los años sesenta en la Universidad de Barcelona y en el piadoso Seminario.

También declaro mi simpatía por su familia política a quienes conozco y aprecio sinceramente. Y lo saben. Pero todo ello no obsta para que afirme que considero un error que el IME se haya decantado por tan significado catalanista. Con este nombramiento el Instituto solo enfatiza la politización del que muchos vienen llamando Instituto de Estudios Catalanes en Menorca por actuar como una especie de Consulado catalán en la isla. Si el IME quisiera, contrariamente, popularizarse e incardinarse en la sociedad menorquina debería de menorquinizarse, es decir dejar de ser considerado como tal Consulado.

No tengo nada contra el catalanismo activo, como el que practica y vive el Sr. Quintana y Petrus, como tampoco tengo nada contra los que comen sin sal. La única observación sería que vivimos en Menorca y que, claro está, no formamos parte ni de la comunidad catalana, aunque sea nuestra prima hermana, ni nuestra trayectoria historia reside en la torcida voluntad de algunos que nos quieren convertir en lo que no somos.

Por eso no creo ajustado a necesidad que una persona que transpira en catalán deba de presidir una asociación que debiera ser menorquina y que necesitaría afirmarse y prestigiarse en su menorquinismo; por ejemplo, defendiendo las peculiaridades lingüísticas de nuestra isla y evitar las ajenas. Más cuando esta entidad necesita un cambio de imagen después de oscuras gestiones políticas en el pasado reciente que, mangoneo económico aparte, la han querido convertir en un apéndice de Prada de Conflent lo que le impide, repito, representar a la totalidad de los menorquines que no nos sentimos partícipes de unas obsesiones ni obedientes a unas dependencias históricas.

Un ejemplo, ¿el nuevo presidente de ese pomposo Consejo Científico va a cooperar y ayudará a conseguir la declaración de nuestra habla menorquina, nuestro menorquín, como Patrimonio Cultural e Inmaterial de Menorca como pretende, con acierto, el Conseller de Cultura del Consell insular de Menorca que precisamente es el Presidente de honor del IME? ¿O por el contrario boicoteará el Sr. Quintana dicha declaración al ser contraria a su conocido colonialismolingüístico? Igual debería de practicar ahora su afición al feudalismo autonómico.   

Digamos una vez más que la lengua no es una ciencia, ni hay probeta alguna ‘que la demuestre’, sino que todo el negocio se basa en unas normas impuestas por un grupito a voluntad de una ideología en detrimento del simple uso de costumbres. Insisto, y con todos mis respetos hacia el Sr. Quintana y Petrus (y una vez almacenado el affaire Mongofre y los Mahonicidios cometidos en el Ateneo y en Amics de s’Òpera) creo que su elección no es positiva para la supervivencia de nuestro kilómetro 0 cultural: nuestro menorquín. Lo siento, así opino. Wrong shot.

Notas:

1- ¡Qué triste y anacrónico ver la hoz y el martillo desfilando por las calles de Mahón!.

2- La amnistía se podrá aprobar pero no se podrá aplicar. Lo saben los conejos que huyen a Suiza.

3- Agradable reunión de Iniciativa por Mahón con el alcalde. Esperemos resultados positivos.

4- Aclarando las cosas a Pedro: Un monolito no es antiguo, es clásico. ¿Qué tiene que ver un físico que trabaja en USA y vota a Biden con Magón que legó el nombre a nuestra ciudad? Ganas de emponzoñar.

5- Hace 42 años que España entró en la OTAN de la mano del PSOE (‘De entrada no, pero de salida tampoco’) por lo que todos sus territorios y puertos son bases naturales de la organización que nos defiende de las dictaduras sin necesidad de declararse como tales.

6- Suponemos que cuando Sánchez defiende con tanto ahínco el reconocimiento del Estado palestino debe de asumir también que dicho nuevo estado defendería la igualdad de la mujer con el hombre y que dejaría de martirizar y torturar a los homosexuales.

7- Fue patético ver a Yolanda Díaz aplaudir a rabiar a Sánchez después de su discurso en el Congreso donde el ‘cambiador de opiniones’ afirmó la necesidad de que España se rearmase. Pacifista de pacotilla.

8- En Málaga tienen la cerveza Victoria cuyo envase asegura que fue creada un 8 de septiembre (de 1928) en honor a la Virgen del mismo nombre lo que coincide con la festividad de la Virgen de Gracia mahonesa.

9- Las Cortes, sede de la soberanía popular española, la componen 616 diputados y senadores de los que 320, una mayoría,    niegan la amnistía.

10- 10 horas, 10, tardó Sánchez, el que se mete donde nadie le llama, en condenar el ataque iraní a Israel. Debe decidir ya si está a favor de las dictaduras teocráticas o con las democracias liberales occidentales.