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¿Cómo están queridos lectores? ¿Felices porque nuestra Menorca es ya Patrimonio de la Humanidad ?, o por el contrario ¿están preocupados porque ese nombramiento, que nos ha dado la Unesco, se gestione igual que el de Reserva de Biosfera y sólo sirva para atraer aún más turismo termita y muramos de éxito al más puro estilo veneciano? Recordemos que Venecia se ha salvado por los pelos de que le retiren la etiqueta de Patrimonio de la Humanidad porque el turismo de masas que recibe la ha convertido en una especie de parque temático vaciado de alma y de venecianos. La Historia es tozuda y la cosa puede que no apunte bien, pero pequemos de ingenuos, así la vida es más luminosa, y esperemos que esta vez se hagan las cosas con sentido común, y mantengamos lejos a los buitres que quieren sacar dinero hasta debajo de las piedras, por lo de talayóticos, ya saben.

Cuando en una ciudad, en un pueblo, en una isla, se cambia el sonido de los niños en el parque por el ruido de las ruedas de las maletas de los turistas yendo a sus hospedajes de Airbnb la cosa está más que jodida. En nuestra Menorca es prácticamente imposible encontrar una vivienda digna a un precio razonable, en cambio tiras una piedra al aire y seguro que cae en un hotel rural con encanto donde han colgado aperos de labranza antiguos para decorar, pero a nosotros nos recuerda que un día Menorca tuvo payeses y payesas que trabajaban la tierra para darnos de comer.

Respecto a este tema hay una paradoja que me llama la atención, los patriotas que van de lo español primero, de los inmigrantes a su casa, de «yo no soy xenófobo pero…», cuando llegan fortunas extranjeras a comprar pedazos del país, propiedades o empresas, los reciben con los brazos abiertos y se arrodillan ipso facto para regalarles ese país que dicen amar. Porque en el fondo esos personajes grotescos más que xenófobos, que lo son, son unos clasistas de tomo y lomo y si tienes pasta te lo permiten todo, pero ¡ay amigo!, como el bolsillo flojee no te van a dejar abrir la boca ni para coger aire. Si Aristóteles decía que para ser felices hay que ser virtuosos, en el sentido ético y moral, esta gente de testosterona alta le pega una patada en los huevos a Aristóteles por debajo de la túnica, se beben un coñac, se fuman un puro, se van a los toros y se quedan tan frescos.

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Recentrando el tema, que los machofachos acaparan siempre el foco con sus mierdas. Menorca siempre ha tenido problema para retener juventud, nuestros hijos se van a estudiar fuera y en muchas ocasiones por formación no pueden ejercer en su isla. Si a eso ahora le añadimos el grandísimo problema de la vivienda, que no es la okupación por más que se empeñen algunos, sino los altos precios, la cosa se pone muy fea. Chavales y chavalas expulsadas de sus pueblos porque no tienen casa que alquilar. Somos una isla, aquí si se gentrifica un pueblo irse más lejos supone irse al mar. Mierda, igual ya le he dado la idea a algún pijo emprendedor con el dinero de papi y ahora compra un crucero abandonado, lo atraca en pleno puerto de Maó o Ciutadella y alquila camarotes para vivir. No descarten nada.

Si queremos a Menorca tenemos que cuidarla, es muy cansino repetir frases tan obvias, pero olvidamos lo evidente con tanta facilidad, miren como está Grecia, y allí nació Aristóteles. Lo que yo mantengo aún es la sonrisa que me dejo la victoria de mi Atlético de Madrid en el último derbi. No todo va a ser intensito, nos gusta divertirnos. Lúpulo y feliz jueves.

conderechoareplicamenorca@gmail.com