Hay toda una teoría de comunicación no verbal sobre el manspreading o esa tendencia masculina a expandirse al tomar asiento y de la educación que se nos ha dado a las mujeres para que nos repleguemos sobre nosotras mismas. Es interesante, porque habla de la ocupación física del espacio y de cómo eso simbólicamente también se traslada a la esfera del poder. Se puede aplicar a mujeres y hombres pero también pasa entre personas del mismo sexo, porque hay dominantes y no tanto en cualquier género, y también hay mujeres que se expanden sin respeto a la burbuja privada de nadie y hombres que se acomodan sobre el vecino, aunque sea masculino. Son gestos que tienen su significado, o si no ¿por qué se debate tanto sobre los apretones de manos que propina Trump a otros presidentes en sus visitas oficiales?
Vía libre
Despiporre en el bus
13/06/17 0:00
También en Opinión
- Un calamar de grandes dimensiones sorprende a los bañistas en la playa de Son Bou
- Los parkings de Cala en Turqueta y Macarella se llenan en el primer día de los controladores
- Sancionada una mujer por conducción temeraria con dos menores en Binibèquer
- El Consell abre 20 expedientes por alquiler turístico ilegal y trabaja en otros posibles 40
- Oleada de quejas por el semáforo de Ses Palmeres: 2.000 multas en tres meses