TW
0

El primer punto del orden del día del pleno que el martes celebrará el Parlament consiste en la elección del nuevo presidente. Al concluir la reunión que celebró ayer la Junta de Portavoces, el portavoz del Grupo Socialista, Andreu Alcover, manifestó: «Se confirma que en el próximo pleno se restablecerá la normalidad en el Parlament con la votación de la presidencia» y añadió que se cerrará «el conflicto abierto en la institución desde hace demasiadas semanas». ¿Buenos deseos o realidades?

Desde principios de noviembre la primera institución de representación democrática de Balears ha vivido una esperpéntica sucesión de despropósitos tras expulsar Podemos a Xelo Huertas elegida, en junio del 2015, presidenta de la Cámara.

Las reticencias y las desconfianzas -soslayamos la palabra vetos- expresadas por el PSOEy Més contra Baltasar Picornell, el candidato escogido por Podemos para relevar a Huertas, provocaron la 'salida de tono' (Pilar Costa dixit) de Alberto Jarabo al advertir que o era designado 'Balti' o se rompía el tercer Pacte. Palabras mayores.

La incomodidad de los socios fue verbalizaba por David Abril, de Més per Mallorca, al afirmar que «Podemos no es la vanguardia del Pacte, es su talón de Aquiles». Ahora mismo Picornell no tiene garantizada su elección en primera votación, porque Més per Menorca, que reclama «una persona de consenso y una mesa paritaria», por lo que aún no ha tomado ninguna decisión: «ni sí, ni no, ni abstención», según la diputada Patricia Font.

Acto seguido, la portavoz de Podemos, Laura Camargo, respondió que «Més per Menorca será tan responsable y consecuente» como lo fue el partido morado «con el cese de Esperança Camps». El Pacte no puede vivir instalado en los recelos y los reproches mutuos.