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En estos tiempos digitales, atados a la dictadura de los iPhones y las tablets, cuando ya no valoramos el placer de la lectura tranquila con un volumen en la mano, un menorquín inquieto y emprendedor, Josep Roselló Rubió, arranca una nueva aventura editorial con la colección Pasión por Menorca.

Lo hace con la reedición de un libro que podemos considerar un clásico contemporáneo, «Maó», de Josep Maria Quintana, un retablo de la ciudad, el puerto, el paisaje y el paisanaje. Y la traducción al castellano de «Flor de sal», de Pau Faner, Premio Eugenio Nadal 1985, que también ha publicado en castellano.

Desde la doble afirmación «Un libro vale más que mil viajes» y «Un libro vale más que mil palabras», Josep Roselló, nieto del doctor Fernando Rubió i Tudurí, explica que «todo lo que amamos se convierte en una ficción; de las mías la primera fue Menorca. Cuando visito la isla echaba en falta meterme en algún libro que albergara un trozo de alma menorquina, o llevármelo de vuelta a casa si cabe para sobrevivir al shock postvacacional».

Hace años, su esposa incluyó «Muerte en el Nilo», de Agatha Christie, en el equipaje del viaje a Egipto. Del escepticismo inicial pasó Roselló a una experiencia enriquecedora. Desde entonces, persevera en su lealtad a la lectura de estos artefactos que aún se editan, imprimen y encuadernan, que se llaman libros, «porque no hay mayor placer que leer un libro, una historia, un ensayo, o una novela cuya letra y música te acerquen con imaginación y emoción al destino que visitas».

Con «Flor de sal» descubrimos la Menorca del siglo XVIII, una espléndida novela de aventuras con fondo histórico en torno a la bipolaridad de la nueva burguesía de Maó y el clero y la nobleza terrateniente de Ciutadella. Y con «Maó» viajamos por toda su historia y descubrimos la clave de la ciudad antigua y moderna.