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En los años 90, Vishen Lakhiani decidió que quería estudiar Informática. Desde luego, tenía una buena razón: Bill Gates era, por aquel entonces, el hombre más rico del mundo. Después de terminar sus estudios, este joven de Kuala Lumpur (Malasia) consiguió trabajo en Microsoft. A pesar de que durante mucho tiempo había soñado con el gigante informático, su estancia apenas duró once semanas. Aquello no le gustaba. Buscó otro camino en su vida. Empezó a trabajar como instructor de meditación. Durante esta etapa, Vishen aprendió que las personas se pueden encontrar en cuatro estados diferentes dependiendo de la combinación de dos factores: 1) si están o no contentos con su situación actual; y 2) si tienen o no una visión de futuro. El peor estado es, sin duda, cuando una persona no está feliz con su situación actual y tampoco tiene una proyección de cómo le gustaría que fuera su vida en el porvenir. En un nivel intermedio se encontraría quien no está contento con su situación actual pero tiene una visión de futuro y el que se encuentra en la posición contraria, es decir, le gusta su vida actual, si bien carece de perspectiva de futuro. El estado ideal es el flow, una especie de disposición mental en la que una persona está completamente inmersa en un proyecto actual y, además, tiene una visión de futuro que persigue mejorar todavía más dicha situación. A diferencia de otros guías espirituales, Vishen decidió poner en práctica sus conocimientos cuando fundó en el año 2003 la empresa Mindvallley. Los resultados, desde luego, han sido formidables. Actualmente la empresa tiene una plantilla de más de 100 personas y presencia en más de treinta países. En los dos últimos años, ha sido galardonada como una de las mejores empresas para trabajar en el mundo, entre otros motivos, por tener una cultura democrática en la toma de decisiones.

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¿Qué tiene que ver la meditación con una empresa? Vishen se dio cuenta de que la mejor forma de aumentar la productividad de una empresa es conseguir que sus trabajadores alcancen el estado de flow. Se trata, por tanto, de ofrecer las condiciones necesarias para que el trabajador esté contento con su situación actual y, además, tenga una visión de futuro, un sueño de mejorar y empujar el proyecto personal/empresarial hacia un mayor crecimiento. ¿Cómo se puede conseguir ese objetivo? ¿Qué medidas ha aplicado Vishen para convertir Mindvalley en un referente mundial? En primer lugar, ha repartido un 10% del beneficio de la empresa con los trabajadores de tal manera que éstos perciben que su labor diaria supone un reconocimiento inmediato por la empresa. En segundo lugar, ha creado una página web donde los trabajadores puedan comentar cosas buenas que les hayan ocurrido a lo largo del día pues está demostrado que compartir experiencias positivas mejora la felicidad de las personas que te rodean. En tercer lugar, los empleados organizan frecuentemente fiestas de bienvenida a los recién incorporados para que éstos se sientan integrados en la familia desde el primer momento. En cuarto lugar, ha impuesto la necesidad de que el trabajador dedique, al menos, cinco horas de su jornada semanal en una actividad de formación a su elección con el compromiso de tenerla que explicar al resto de sus compañeros. En quinto lugar, la empresa ha invertido dinero en organizar charlas, conferencias, cursos o estancias de sus trabajadores con las personas más inteligentes e innovadoras del mundo para que aprendan de ellas y les sirvan de inspiración para los proyectos futuros. Y, en sexto lugar, la empresa, cada cierto tiempo, patrocina fiestas cuya finalidad no es otra que… ¡contratar nuevo personal! Cada uno de los empleados tiene que ir a la fiesta acompañado de sus dos amigos más brillantes, amenos y simpáticos. De esta manera, Vishen tiene la oportunidad de conocer a gente excelente sin necesidad de leer ningún curriculum y puede captar en un ambiente más distendido que una gélida entrevista a nuevos emprendedores para su empresa.

Según un estudio efectuado por la Consultora Crecimiento Sustentable, los empleados felices son un 88% más productivos y tienen un 30% más de energía y dinamismo. Partiendo de estos datos, la felicidad puede ser… ¡la clave de la recuperación económica! Entonces, ¿son propuestas descabelladas? Quizá sea el momento de recordar las palabras de Thomas Alva Edison: «los que dicen que es imposible, no deberían molestar ni interrumpir a los que lo estamos haciendo».