Cuenta Josep Pla en «El quadern gris» que el 21 de abril se hacía en Palafrugell la Processó de les cuques, y que entonces desde la cruz de término se bendecían los campos y las cucas, y ése fue durante muchos años el único insecticida que usaban. Josep Pla añade, con ironía, que era una lástima que la eficacia de la bendición como insecticida fuera tan reducida. No sé si es que nos hemos vuelto hombres de poca fe, pero lo cierto es que en las noches de verano se oye en el campo una musiquilla de violín como la que apunta el refranero: «Zumbido de mosquito, música de violín chiquito». Lo malo es que si uno es propenso a que lo piquen puede despertarse hinchado a poco que acampe en plena naturaleza. En eso creo que los rezos son ciertamente poco efectivos. Son menos efectivos que los Padrenuestros a San Pascual Bailón, que en tiempos era el mejor despertador y el más barato, puesto que marchaba sin cuerda, sin pilas y sin reloj. Todo era cuestión de fe.
Les coses senzilles
Música de violín
14/04/14 0:00
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