Tiene el mismo nombre que la piedra más famosa del mundo, pero es una nave espacial. Su misión (bonita palabra) consiste en explorar un cometa de nombre muy largo. Loscometasson cuerpos celestesque orbitan alrededor delSol, siguiendo diferentes trayectorias. En esto se parecen a nosotros. La sonda ya ha recorrido 6.200 millones de kilómetros y se encuentra a 810 millones de kilómetros de la Tierra. Su paseo galáctico empezó en 2004 y acaba de despertar, tras dos años y medio de hibernación, para comunicarse con los ingenieros que analizarán sus hallazgos. Todo está programado en el ordenador de a bordo...
Uno se pregunta si los humanos también estamos adormilados, muchas veces, esperando el momento de despertar en busca de nuevos objetivos. No somos máquinas, por supuesto, pero también solemos economizar energía.
Frente a una situación de emergencia, como la actual, no podemos permanecer con el piloto automático. Hay que tomar los mandos antes de estrellarnos. Si no sabemos hacia dónde ir, somos como una nave a la deriva por el inmenso espacio interestelar...
No podemos vivir aletargados mucho tiempo. Defender la democracia exige un arduo esfuerzo de renovación y limpieza. Se tiene que practicar la democracia cada día. No valen simulacros cada cuatro años.
Debemos despertar y movilizarnos si queremos salvar la convivencia, antes de que una explosión social la haga volar por los aires, con varios kilos de Gamonal.
