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En plena efervescencia del debate sobre la vigencia de la Constitución Española y la necesidad de ser reformada, ayer se conmemoró el 35 aniversario de su aprobación. El texto que redactaron las cortes elegidas el 15 de junio de 1977, obtuvo un apoyo del 87,7 por ciento en el referéndum del 6 de diciembre de 1978.

Hay aspectos que deben ser reformados, como la sucesión a la Corona de España, y expertos como Miquel Roca Junyent -uno de los siete 'padres' del texto constitucional- propone reformas puntuales, porque abordar un cambio global provocaría una enorme controversia política con discrepancias y desacuerdos entre los partidos. Hoy no existe el consenso ni la voluntad para abordar una reforma sosegada de la Constitución. Además de la virtud de garantizar la convivencia democrática, aporta más elementos que unen respecto a los que separan. Y consagra derechos y realidades como es, para Menorca, el reconocimiento del hecho insular en el artículo 141.1. Esta fue la gran aportación de los parlamentarios de Balears en las cortes constituyentes, entre ellos el senador Guillermo de Olives, a quien, hoy, 35 años después, recordamos por su participación en la elaboración de la ley de leyes española.