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El proyecto de acondicionamiento de las cuevas de Cala Blanca para la visita turística se demora de una forma incomprensible porque no se tuvo en cuenta la necesidad de modificar el Plan General de Ciutadella. Un error que puede poner en riesgo la aportación de un millón de euros del Estado, en el marco del Plan de Desarrollo del Producto Turístico del Consell (PDPT). La ejecución de este plan, que sufrió demoras considerables durante el gobierno del Pacte, ya obtuvo una prórroga. Es cierto que la consellera de Turismo, Salomé Cabrera, ha prometido que el proyecto se desarrollará con o sin aportación exterior, pero también lo es que el riesgo de perder esa financiación crea dudas sobre la viabilidad y los plazos de esta importante actuación.

El Consell tiene la oportunidad de crear un nuevo producto turístico en Menorca, con un atractivo muy destacado, y en una zona que necesita recuperar fuerza turística. Se han gestionado bien cuestiones como el acuerdo de compra del subsuelo a los propietarios, pero se ha fallado en un aspecto técnico esencial.

La prioridad ahora es no perder la aportación del Estado y conseguir acortar los plazos.